Es muy grave, por el ángulo que se le quiera ver, la denuncia formulada por Mario Riestra Piña, de haber sido amenazado de muerte al término de un evento de campaña. Los hechos ocurrieron el domingo en la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan, al sur de la ciudad capital.
Un hombre se le acercó con el pretexto de tomarse una foto con el candidato, pero en realidad el objetivo fue amenazarlo de manera directa, al estilo de los sicarios de las mafias sicilianas:
“Me toma del cuello, me jala hacia él y cuando estoy muy cerca me dice ‘tu cabeza tiene un precio de 15 mil pesos’, ‘tu cabeza vale 15 mil pesos’”.
Pero es más grave lo ocurrido porque los escoltas asignados por el gobierno estatal al candidato del PAN, PRI, PRD y PSI a la alcaldía poblana detuvieron al sujeto, como lo pidió Riestra.
Pero los policías estatales dejaron libre a la persona que amenazó al candidato a la alcaldía, arguyendo presuntas presiones de un grupo de mujeres de esa comunidad, como lo relató el propio Mario Riestra:
Justo en este momento de lo ocurrido surge el “sospechosismo” respecto al comportamiento de los policías estatales asignados en la seguridad del candidato, que lo mismo pudieron haber servido como muro.
A la denuncia pública de Riestra de la amenaza de muerte de que fue víctima, de inmediato se desató la andanada de los dirigentes estatales del partido Morena y portales de noticias afines para minimizar o trivializar lo ocurrido, al calificar la denuncia de “politiquería” (Sic).
La actitud asumida por la dirigencia estatal de Morena es muy preocupante, porque pese a que el candidato morenista a la alcaldía de Acatzingo, Jaime González Pérez, fue asesinado, parece no haberlos conmovido porque no mostraron consternación, condena ni empatía con familiares.
Pero para dejar indicios claros de la gravedad de lo ocurrido a Mario Riestra, el propio candidato no sólo presentó la denuncia de lo ocurrido ante la Fiscalía General del Estado, sino que aportó fotografías, video e identidad de la persona que le amenazó de muerte.
En estas circunstancias, del hecho y la denuncia, los policías estatales asignados a la seguridad del candidato opositor deben de comparecer ante la autoridad judicial.
Pero además, con el señalamiento directo de Riestra de la identidad de quien lo amenazó, la Fiscalía General debe acreditar elementos para que un juez ordene la aprehensión del sujeto para saber qué o quién lo motivó a proferir la amenaza.
Nadie entre la sociedad poblana, entre la gente de bien, estaría aceptando un atentado a la vida de un candidato de la ciudad capital del estado, por lo que resulta lamentable que la víctima, Mario Riestra, no sólo desconfía del gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes, sino que lo hace responsable de lo que pueda ocurrirle a él y a su familia.
El sólo señalamiento de la desconfianza al gobernador y el haber acudido a la protección del Gobierno Federal a través de la Guardia Nacional, tensa la relación de la oposición con el mandatario estatal, a quien de paso le exigen saque las manos de la campaña electoral.
Pero llama la atención la falta de empatía y civilidad de las autoridades electorales (IEE) del estado encabezadas por Blanca Yassahara Cruz García.
De manera sorprendente e inexplicable, Cruz García ha guardado silencio, no sólo por lo ocurrido a Riestra Piña, sino por la seguridad de todos los candidatos de todos los partidos a los cargos de elección popular del estado.
La amenaza de muerte contra el candidato panista a la alcaldía poblana, tristemente coincidió con lo ocurrido en Mante, Tamaulipas, donde fue asesinado el candidato a alcalde Noé Ramos, de la coalición opositora Fuerza y Corazón de México, integrada por los partidos PRI, PAN y PRD
Un aparente hombre solitario se acercó al candidato Noé Ramos para acuchillarlo, con todas las ventajas, porque el gobierno morenista tamaulipeco no le otorgó protección ante una campaña de amenazas a través de las redes sociales.
En la historia trágica reciente de las campañas electorales en la ciudad capital, un hecho de violencia ocurrió el 3 de julio de 2013 con el asesinato del exrector de la UAP, Samuel Malpica Uribe, en plena campaña electoral por la alcaldía poblana; la víctima de homicidio había amenazado con revelar presuntos actos de corrupción de uno de los candidatos.
Con el número de candidatos asesinados en el país durante este proceso electoral, con el retén de encapuchados de un grupo criminal que increpó a la candidata presidencial oficialista Claudia Sheinbaum y con la aparición de una playera amenazante con la imagen de la “santa muerte” contra quien hable mal del Presidente, el clima de violencia y el crimen se hacen presentes.
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