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Ángel Romero: una historia de 73 años como reportero gráfico

Se prepara la cámara, enfocas, tomas la foto y a correr el rollo… explica el fotoperiodista que a la edad de 15 años incursionó en la fotografía y hasta los 88 años estuvo activo como reportero gráfico

Ángel Romero Vidal tiene cumplidos los 92 años de vida. Hijo de Francisco Romero Jordán y Paula Vidal, fueron cinco hermanos: Olegario, Graciano, Luis, Margarita y Ángel.

Viste una sudadera color gris con la inscripción “Libertad de expresión”, una palabra que lo describe a él como un reportero gráfico decano de la prensa poblana.

En el Día del Fotógrafo, el 20 de febrero, convaleciente aún por un padecimiento, “Angelito”, como le llaman en el gremio, compartió su historia de cómo, a los 15 años, empezó en este oficio.

Sentado en el sofá de su casa, con un rostro demacrado y una delgadez posthospitalaria, Angelito se muestra fuerte y emocionado al enseñar fotografías de su primera vez en el cuarto oscuro, de revelado.

Ángel Romero empezó como “chícharo”, cargando el tripie de una cámara fotográfica, recuerda como su primera foto el retrato de “una novia” de una boda, y ahí empezó.

Desde muy joven tuvo sus primeros contactos con la prensa poblana en las ediciones en blanco y negro; dos fueron sus principales casas editoriales: El Sol de Puebla y La Voz de Puebla (Organización Editorial Mexicana) y El Heraldo de Puebla.

Emocionado, una y otra vez se colocaba su gorra, como un pitcher en el montículo, para “lanzar” anécdotas de sus experiencias como reportero gráfico.

Recordó aquella en una morgue donde “se le sentó el muerto y movió la cabeza”, soltó la carcajada al recordarlo: ¡¡¡…y a correr…!!!; u otra, donde acudió junto con Pedro Palou a tomar “la foto” de un promotor de box y la lucha libre, y minutos después, la persona falleció.

Pero también compartió anécdotas gratas como el vuelo privado que compartió en exclusiva como invitado de Carlos Camacho Espíritu, de Puebla a Tijuana, Baja California.

Mostró diversas fotografías en blanco y negro que dan testimonio de su trayectoria, como una de grupo con otros colegas y reporteros que hicieron la cobertura en la campaña electoral del General Rafael Moreno Valle.

Otra fotografía más, de grupo, durante un recorrido a la termoeléctrica de Tabasco, invitados por el entonces gobernador Carlos Madrazo.

Lo mismo retrató a gobernadores, presidentes de México, a otras figuras públicas, así como al jet set poblano para las páginas de las secciones de Sociales, así como diversos hechos periodísticos para ilustrar las noticias publicadas por la prensa escrita de la época, y la actual.

Incansable, Ángel Romero se ha convertido en una leyenda; y en broma, entre sus compañeros del gremio, le dicen que él era el autor de la fotografía de “La última cena”; o la foto de Francisco Villa y Emiliano Zapata, en la silla presidencial en Palacio Nacional, etcétera.

Romero se ha ganado a pulso el reconocimiento del gremio como reportero gráfico, oficio que ejerció de manera activa hasta los 88 años, interrumpida por la pandemia, cuando era reportero gráfico en El Heraldo de Puebla.

Ángel Romero Vidal comparte en primera persona su historia en regionalpuebla.com.mx, lo más importante y destacado de sus 77 años como fotógrafo de estudio y después como reportero gráfico:

Empecé en lo de la fotografía a los 15 años. Desde la escuela primaria, porque nos daban artes y oficios.

Un maestro medio nos explicó con una camarita cuadrada, en la primaria, porque en la secundaria ya fue un cambio diferente.

La escuela fue la “Ignacio Ramírez”, en la 4 Norte y 6 Oriente, junto a la iglesia de San Cristóbal, estaban dos escuelas juntas: de un lado era la de niñas y del otro la de los niños, estaban juntas la “Ignacio Ramírez” y la “José María Pino Suárez”.

En ese tiempo la fotografía era muy primitiva, los fotógrafos tenían que andar cargando su cámara con tripie; eran las cámaras de tamaño grande.  

No había tantos fotógrafos como ahora; estaba un señor, parece que fue pionero, don Manuel Cossío, y por el otro lado Salvador Gordoa; Cossío fue el que le enseñó a Eduardo Romero.  

Y como mi hermano mayor conocía a Eduardo y a Roberto… entonces yo entré de “chícharo” a cargar el veliz y llevar el tripie, porque era una cámara de 5 por 7 centímetros.

Había la cámara Kodak Brownie, una chiquita que había salido, y de ahí me dio pour la fotografía.

Empecé con un cámara Speed Graphic a practicar, primero con esa, y luego con la cámara 5 por 7, tomar curiosidades, y pues realmente echar a perder ¿no? (sonríe).

Siempre cargando el tripie, hasta que un día, no me acuerdo bien, pero fueron unos clientes allá a la 2 Oriente, donde estaba el estudio de fotografía, no estaba Eduardo ni nadie, y yo me atreví a tomar la foto: me sobró de un lado, me faltó del otro, pero como les interesaba, lo que salió de la foto sirvió, porque como es 5 por 7 centímetros, salió sobrada, salió justa.

Aprendí también la técnica del revelado, desde empezar a lavar las famosas cubetas, unas charolas especiales, el revelador, y terminando de hacer la tarea, lo que se acaba es el revelador; un semi fijador de agua y un carbonato especial para que la figura no subiera de tono, ese tensor que le llamaban, y todo eso.

Eduardo Romero, como era el dueño de la fotografía de estudio, como tenía una cámara Speed Graphic, yo aprendí, él me enseña a revelar, y me gusta lo del cuarto oscuro.

Cuando empecé, la foto que más me gustó fue la de una novia de una boda.  

No había tanto fotógrafo, y como estábamos en la 2 Oriente, en el mero Centro de la ciudad de Puebla, los recién casados llegaron, los junté, ya había visto cómo se hacía; y como muchas veces al fotógrafo le hacen caso, esa fue la foto.  

Llegó Eduardo y me dice: a ver, voy a revelar para ver cómo quedó, y me dijo, quedaron bien.

Ya como fotógrafo de estudio tuve mi primer contacto con El Sol de Puebla, era el director Mario Arvides; El Sol de Puebla apareció durante la Segunda Guerra Mundial, se fundó el 5 de Mayo 1944.

Mi primer jefe de fotografía fue el señor Martínez, en realidad él era fotógrafo de estudio y cuando lo necesitaban de El Sol, lo llamaban, iban por él, porque los periódicos de esa época no tenían departamento de fotografía.

Recuerdo que mi primera fotografía publicada en El Sol de Puebla fue de un evento social, de dos personajes.

En ese tiempo los fotógrafos tenían sus cuartos oscuros de revelado en su casa, no había en los periódicos.

REPORTERO  

Observo en esta mesa varias de tus cámaras fotográficas, ¿me puedes platicar de ellas?

ÁNGEL ROMERO

Esta es de la que salen durante (la Segunda) Guerra (Mundial)…  esta es una cámara muy buena… (enfoca a la fotógrafa y hace clic varias veces): se prepara, enfocas, tomas la foto y a correr el rollo.

REPORTERO

¿Cómo viviste la transición de la foto de blanco y negro a color?

ÁNGEL ROMERO  

Para el color, tuvimos que ir a México, había laboratorios que te daban cursos; Kodak había sacado… papel, roll

ÁNGEL ROMERO

Muy interesantes, para conocer la cámara, saber poner el diafragma y la velocidad de la cámara de color…

REPORTERO

¿Hoy con los dispositivos móviles se hace buena fotografía y video, con mejores lentes que una cámara convencional?

ÁNGEL ROMERO

Es una evolución en el proceso de la fotografía, son procesos naturales, hoy un reportero redacta sus notas y toma fotos y video, en la era multimedia.

REPORTERO

¿A qué gobernadores retrataste?

A Rafael Ávila Camacho, al General Rafael Moreno Valle, a Guillermo Morales BlumenkronAntonio Nava Castillo

REPORTERO

¿De presidentes de México que visitaron Puebla, a quiénes retrataste?

A Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, entre otros.

REPORTERO

¿Qué periódico extrañas más?

ÁNGEL ROMERO

El Heraldo de Puebla. Entramos con José Luis Ibarra Nazari, que era de la sección de Sociales; y con Humberto Ferniza Rodríguez, en El Sol de Puebla.

REPORTERO

¿Es usted decano de los reporteros gráficos?

ÁNGEL ROMERO

No, porque ya habían aparecido los Patiño; Gregorio Patiño, es el que domina en la política.

LAS ANÉCDOTAS

Ángel Romero, con su peculiar estilo, comparte dos anécdotas durante un par de coberturas como reportero gráfico:

Con Pedro Palou, nos pasa algo simpático, del muerto que se movió: Fuimos a ver a un señor, Faustino Rojas, que el vulgo le puso el sobrenombre del “40 pelos”.

Era un señor que era publicista y andaba anunciando las peleas, de box, de lucha libre, todo; entonces el gran “Perico” – lo conocí cuando era maestro del Instituto Oriente, y era reportero de El Sol de Puebla.

Un día le avisan que ya estaba muy enfermo, vivía allá en la 6 Oriente, en la Casa de los Serdán; y le avisan a Palou que está muy grave, y me habla y me dice: oye vamos a ver al señor Faustino Rojas “40 pelos”.

Caminamos de El Sol para allá. Al señor su hija lo sienta, todavía para que le tome la foto, y ahí él hace un movimiento de cabeza, y queda movida la cabeza y el cuerpo bien; bueno, caminamos de regreso de Santa Clara para la redacción de El Sol, y avisan que ya había muerto.

Y por eso me decía Pedro Palou que había matado a Faustino Rojas. Y me decía: ¡tú lo mataste! Y le respondía: yo sólo le tomé la foto…y por eso me echaba Palou el muerto.

Y la otra, cuando el muerto se mueve:

Fuimos a la inspección de Policía, con José Luis Hernández Gallo, hubo un tiroteo en una colonia; entonces en la 12 Poniente ahí tenía su cuarto que le llamaban el “Ocho”, donde les daban cierta terapia para que confesaran, y también tenían una plancha donde hacían disecciones; y me dice José Luis, pues toma la foto (del cadáver) para que lo identifiquen, porque le habían dado varios balazos.

No sabía que en el post mortem de la flacidez cadavérica y luego la rigidez cadavérica. Cuando entro llego y tomo la foto del difunto; el señor de las disecciones lo levanta, y a la hora de levantarlo se le mueve la cabeza, y es cuando yo tomo la foto, la foto bien o la foto mal, y de ahí dejo la cámara y me dice José Luis, ya vámonos. Cuando yo agarro mi cámara, y se levanta el muerto, porque no sabía que del post mortem, se estira el cadáver, se da el estirón y se levanta. Y yo salgo corriendo…

Fotografía: Ana Maria Arroyo Aragón
X@pabl_ruiz
Face: Pablo Ruiz Meza
E-mail: pabloruiz91516@gmail.com