Una de las icónicas letras de las canciones de la fallecida Paquita La del Barrio dice que “no hay mujeres feas, si no maridos pobres”. Viene al cuento porque en una de esas mañaneras del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador le cuestionaron sobre la riqueza y propiedades del director de la CFE.
AMLO respondió -muy a su estilo tabasqueño – que la del billete era la señora de su funcionario – Julia Abdala- porque ella era de familia “adinerada” en Puebla.
López Obrador se refirió así a la pareja del ex gobernador poblano Manuel Bartlett Díaz, a quien la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) la investiga por múltiples transferencias a su cuentas de un testaferro de Genaro García Luna, condenado a cadena perpetua en una cárcel en Estados Unidos.
La UIF a cargo del veterano comunista y ex líder estudiantil de 68, Pablo Gómez Álvarez, le sigue los rastros y rutas de transferencias de millones en dólares a Julia Abdala, unos 120 millones de pesos, que fueron a parar a sus cuentas bancarias y a paraísos fiscales en inversiones OffShore.
Del origen de esos millones de pesos desviados ocurrió durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto por el ex secretario de Seguridad Federal.
García Luna triángulo millones de pesos a través de la compañía Nunvav en el Occidental Bank de Barbados a nombre de Samuel Weinberg López y su hijo, Jonathan Alexis Weinberg Pinto.
Los Weinberg enviaban los fondos como prestanombres de García Lunas a paraísos fiscales a través de Roybell International Inc en el Union Bancaire Privée, un banco radicado en Suiza, donde tenía sus cuentas Abdala Lemus.
La esposa de Samuel Weinberg López se hizo amiga de la pareja del director de la CFE, y en un interrogatorio del jurídico de la UIF en junio de 2024, Weinberg López reconoció tener una relación de amistad desde hace más de 20 años con Manuel Bartlett y su pareja, Julia Abdala.
Un reportaje de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, exhibe a Abdala Lemus como parte de la red prestanombres para el “blanqueo” de millones de dólares desviados del gobierno federal por Genaro García Luna.
De reportera del Canal 40 a influyente millonaria en el jet set poblano
El periodista José Martínez M. dio luz de la vida y trayectoria de Julia Abdala, en la publicación del libro: “Bartlett y Julia, más que un romance”:
Declaró Bartlett que la señora Julia Elena Abdala Lemus es su pareja sentimental desde el año 1999. Públicamente Bartlett ha dicho que ambos mantienen una relación de 20 años, escribe Martínez en el libro de Los claroscuros de Manuel Bartlett.
Bartlett conoció a Julia Abdala en 1999 cuando él recién concluía su gestión como gobernador del estado de Puebla y se alistaba para contender como uno de los cuatro precandidatos del PRI a la Presidencia de la República para las elecciones de julio del año 2000.
Julia quien había estudiado periodismo se inició en el oficio como reportera en 1986 en el periódico El Heraldo de Puebla en donde tenía a cargo los suplementos especiales del gobierno, años después trabajó como conductora del Canal 40.
Su paisano Javier Moreno Valle la invitó a colaborar con él en la Televisora del Valle de México quien ofrecía un servicio de noticias por televisión de cable luego de recibir en abril de 1993 la concesión del Canal 40.
Hija del fabricante textilero Jorge Abdala, de ascendencia libanesa y de madre mexicana, Julia fue designada por Javier Moreno Valle como conductora del programa Realidades, cuyo conductor estrella era el periodista Ciro Gómez Leyva.
Entre los ires y venires del Canal 40, Julia Abdala recibió en 1999 la encomienda de entrevistar a Manuel Bartlett como precandidato del PRI a la Presidencia de la República.
Como muchos periodistas que han sufrido la soberbia de Manuel Bartlett, a Julia le ocurrió lo mismo. En un principio después de entrevistarlo, a Julia no le resultó simpático; sin embargo, el político quedó flechado por la guapa e inteligente reportera.
Después de quedar prendado Bartlett la buscaba con insistencia pero ella estaba casada y tenía hijos. Fue hasta que Julia se divorció en los meses siguientes cuando por fin estableció una relación con su flamante pretendiente que soñaba con ser presidente de México.
En la entrevista Bartlett le coqueteaba, el hecho de que ella estaba casada no le importaba. Él la colmaba de atenciones y ella sabía que el político le ofrecía un mundo abundante y estable contrastante con la vida que llevaba en su matrimonio. Al poco tiempo le apostaron a un romance a sabiendas de que ambos mantenían dos modos de vida y una enorme diferencia de edades.
Después de su segundo divorcio, Bartlett tuvo otras parejas pero fue Julia Abdala quien le robó el corazón.
Lo malo es que Julia llegó a los brazos de Manuel Bartlett cargada de deudas.
En el año 2000 apareció el nombre de Julia en una de las 73 hojas del informe del consultor externo Michael W. Mackey. Se trataba de la Lista Consolidada de Transacciones Reportables del Fobaproa.
Julia Abdala Lemus la deslumbrante novia de Bartlett aparecía en la lista negra del Fobaproa con un préstamo personal por 493 mil pesos otorgados de manera inapropiada por Bancreser.
Julia no pagó la deuda y pasó ser parte de las estadísticas rojas del Fobaproa.
A partir de su relación con Manuel Bartlett, Julia constituyó su fundación Las Mercedes y comenzó a figurar en una activa vida social al lado de prominentes personalidades del jet set en las pasarelas de alta moda y en las sofisticadas fiestas de los ricos y poderosos.
No es que Julia provenga de una familia adinerada pues incluso su padre Jorge Abdala que era un pequeño industrial en 1975 solicitó al gobierno del presidente Luis Echeverría apoyo fiscal para su empresa fabricante de ropa para equipos de futbol (calcetín, calceta y medias).
Pero ante señalamientos contra su pareja, para justificar el “éxito” empresarial de Julia se comenzó a señalar que ésta provenía de una “familia prominente de empresarios”.
Lo que es un hecho es que la familia Abdala ni siquiera figura en los grupos empresariales de las asociaciones poblanas.
Los Abdala no aparecen en la nomenclatura de los cinco organismos empresariales más importantes del estado que concentran a más de 8 mil afiliados, cuyos destinos, política y demás menesteres son dirigidos y controlados por pocas familias.
Apenas poco más de 10 familias poblanas de origen español y libanés son las que a lo largo de los años han mantenido la hegemonía cupular entre el empresariado.
Como sea, Julia desde que comenzó su romance con Bartlett pasó a convertirse en una prominente empresaria que se autoproclama como la coleccionista más grande del mundo de joyería de fantasía y una benefactora de las mujeres desprotegidas con la Fundación Casa de Las Mercedes que ella creó.
Hoy esta poblana es parte de un escándalo por el “blanqueo” de millones de dólares desviados por el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, archienemigo de López Obrador, el aliado político de Manuel Bartlett Díaz.