El gobierno de Líbano continúa trabajando tras la explosión ocurrida ayer en Beirut, que ha dejado al menos 135 muertos, miles de lesionados y múltiples reportes de desaparecidos tras el estallido.
El gobernador de la capital libanesa, Marwan Aboud, informó que unas 300 mil personas se encuentran sin techo tras las explosiones y se estima que el monto de los daños llega a los tres mil millones de dólares.
El incidente generó una nube en forma de hongo y sacudió ventanas en la isla de Chipre, en el Mediterráneo, que se encuentran a unos 160 kilómetros de Beirut.
El presidente del Líbano, Michel Aoun, aseveró que dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio, utilizado en fertilizantes y bombas, habían sido almacenadas durante seis años en el puerto sin medidas de seguridad, y dijo que eso era “inaceptable”.
Una fuente oficial vinculada a las investigaciones preliminares indicó que las explosiones ocurrieron por una “inacción y negligencia”, afirmando que las autoridades judiciales y municipales en Beirut, no habían hecho nada por remover el material peligroso, que se encontraba en una zona altamente poblada. (Con información de agencias)
