A juzgar por el aplausómetro durante evento con motivo del primer informe de gobierno, el secretario de Gobernación Samuel Pala García se llevó las palmas más ruidosas. En contraste, el aplauso más breve y frío para el difunto exgobernador Luis Miguel Barbosa, encarnado en la diputada federal, también de Morena,Rosario Orozco Caballero.
Durante un evento de esta naturaleza, cargado de mensajes políticos, el gobernador Alejandro Armenta Mier se hizo acompañar de los integrantes del gabinete legal y ampliado.
Empero, las menciones con mayor intencionalidad política fueron para tres de sus principales colaboradores:
José Luis García Parra, jefe del gabinete; Laura Artemisa Chávez García, titular la Secretaría del Bienestar, y Gabriela “Gaby La Bonita” Sánchez, secretaria del Deportes, así como del delegado del Bienestar, Rodrigo Abdala.
Dominado el evento por funcionarios y servidores públicos del estado, legisladores locales y federales, alcaldes, en su mayoría de Morena, porque eso son ahora, absoluta mayoría de Morena, fueron notorias las ausencias de exgobernadores en un evento institucional.
A diferencia de otros gobiernos, se notó la ausencia de los exmandatario vivos Guillermo Jiménez Morales, Manuel Bartlett Díaz, Mariano Piña Olaya, Mario Marín Torres (por obvias razones), Antonio Gali Fayad y el transitorio Guillermo Pacheco Pulido, salvo el mandatario sustituto, Sergio Céspedes, actual comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM).
También llamó la atención, por notoria, la inasistencia de gobernadores de Morena, a excepción del gobernador oaxaqueño Salomón Jara Cruz, y unos seis más enviaron representantes, incluida la tlaxcalteca.
No se dejaron ver mandatarios vecinos como Rocío Nahle, de Veracruz y los respectivos de CdMx, Hidalgo, Edomex, Morelos y Guerrero.
La presencia de la secretaría de Gobernación federal Rosa Icela Rodríguez, que su sola presencia no es nota para la labor periodística; salvo los lugares comunes en su discurso plano y gris, no levantó el ánimo de los asistentes, como tampoco hubo efusividad.
Por alguna razón que alguien en Morena y en el gobierno explicará, en el evento político con motivo del primer informe de gobierno el partido oficial no mostró músculo como podría esperarse con la presencia de uno o de los dos: Luisa María Alcalde, la presidenta del partido, ni el secretario de Organización, Andrés Andy López Beltrán.
El único personaje que medianamente llamó la atención fue la mano que mese la cuna en los bots contra propios y extraños, Jesús Ramírez Cuevas, actual coordinador de Asesores de la Presidente de la República.
Fue en la sede del Congreso local donde hicieron acto de presencia el coordinador y uno de los vicecoordinadores parlamentarios en la Cámara de Diputados, los morenistas Ricardo Monreal Ávila y Pedro Haces, éste último líder la Catem (Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México), dirigente sindical que reniega de los “limones”.
Fue más efusivo Armenta en el saludo fuera del escenario con su primo que no es su primo, el senador Ignacio Mier Velasco, que el saludo desde el atril al referirse a él como “Nacho”, y a la senadora del PT, como ”Liz”, quizá por lo conciso debido al tiempo.
El escenario, las ausencias, las omisiones y las menciones exprofeso del mandatario durante su discurso, como sucede en las coyunturas político-electorales por venir, las palabras y las formas tienen intencionalidad política, o lecturas políticas.
De Valle Fantástico a Ecoparte; de Museo del Barroco a Universidad
Los informes de gobierno, además de tratarse de una obligación constitucional de rendir cuentas, sirve para mediar la fuerza y popularidad.
El 13 de diciembre se cumplió con el rito político donde los titulares del Ejecutivo, y de unos años a la fecha los gobernantes en turno, independientemente del color partidista, han optado por hacer del informe la oportunidad para enviar un mensaje político.
La sesión protocolaria en la sede del Congreso del Estado donde los partidos políticos fijan posturas de evaluación pasó a segundo plano.
Armenta decidió seleccionar el lugar para dar su mensaje con motivo del primer año de gobierno en una gran carpa instalada en el Ecoparque Metropolitano.
Lo inusual del lugar en un área verde llamó la atención a propios y extraños, pero estaba asociado al anuncio de lo que está por venir en el 2026.
El espacio físico donde se realizó el evento masivo con cientos de invitados fue el mismo que ocupó en su momento, en la reserva Atlixcáyotl los fierros viejos de “Valle Fantástico”, el parque de diversiones en un predio otorgado en comodato por el gobierno de Mario Marín al empresario Ricardo Henaine.
Fue con el gobierno de Rafael Moreno Valle, en 2010, cuando revirtió el comodato del terreno que se utilizó entonces como parte del Ecoparque Metropolitano.
Se trata del circuito de ciclovía y pista de tartán para corredores en los márgenes del río Atoyac, conectado a la ciclovía elevada de la vía Atlixcáyotl, con áreas verdes y de esparcimiento.
En esta ocasión, 15 años después, el gobernador Armenta utilizó este escenario para dar su mensaje político, a un costado del Museo Internacional del Barroco, para dar la noticia de convertir el MIB en sede la Universidad de las Bellas Artes, entre otras acciones de su gobierno para el año entrante.
Y se repitió la historia porque en 2010 Moreno Valle denostó el beneficio del llamado “Fraude Fantástico” al empresario Henaine para convertirlo en Parque Meteropolitano, pero ahora le tocó el turno a Armenta.
El mandatario estatal repitió una y otras el desmantelamiento de la forma de gobernar del “antiguo régimen neoliberal” donde todas las acciones de gobierno las veían como “mercancía”, para el “moche”, “la milpa” (“mil para ti, mil para mí”) y la corrupción.
Pero con el gobierno de la Cuarta Transformación, subrayó en más de una ocasión el gobernador poblano, prevalece la inversión social en el trabajo comunitarios y no es obras “faraónicas”.
Así, acompañado de su gabinete legal y ampliado exorcizó la obra del arquitecto japonés ganador del Pritzker 2013, Toyoto Ito, creador de la obra premiada, el Museo Internacional de Barroco, que abrió sus puertas en 2016; una obra que les costó al estado el endeudamiento.
Ahora el MIB desaparece y será utilizado como sede de una “Universidad” de las Bellas Artes, eliminado de un plumazo la vocación museográfica de inmueble dedicado al barroco poblano.
Cada gobernante se construye sus escenarios políticos, de “Valle Fantástico” a Ecoparque Metropolitano, y de Museo Internacional del Barroco (MIB) a la Universidad de las Bellas Artes; del Tren Turístico de Puebla a Cholula, al Cablebús, de CIS Angelópolis al Parque Juárez (en la primera Línea).
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