Al oficialismo en la Cuarta Transformación ideado por Andrés Manuel López Obrador con la fundación de Morena ya no tiene a los “gobiernos del pasado” para culparlos de sus yerros. Con el discurso contra la corrupción y el nepotismo para desacreditar al Poder Judicial y tomarlo por asalto, hoy los jueces electos por la minoría morenista favorecen a delincuentes.
El tiempo los ha alcanzado y los pone a prueba con el resultado de la “revolución de las conciencias”, pero no, la ética política y austeridad no es lo suyo.
El uso de vuelos privados (Ricardo Monreal, Noroña y gobernadores), las vacaciones doradas en Europa, lujos ostentosos seguirán siendo la noticia porque están el ejercicio absoluto del poder, y se exhiben tal cuales son.
El discurso obradorista de la ética, la honestidad, la austeridad y el principio de primero los pobres, no permeó ni en la familia del presidente López Obrador.
Andy López Beltrán, el pupilo heredero de la franquicia del partido Morena, está más concentrado de comprar costosas obras de arte de galerías japón que lograr los 10 millones de nuevos afiliados.
El efecto bumerang por la incongruencia política e ideológica de figuras relevantes del oficialismo les empieza a cobrarles facturas, y empieza la normalidad en la conducta de la 4T en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Ahora lo vemos en el comportamiento de algunos jueces electos del acordeón del Partido -Estado-Morena, a favor de presuntos delincuentes. Y eso que los corruptos y podridos eran los jueces del pasado.
Primero. La juez Emma Cristina Carlos Ávalos, electa en el nuevo Poder Judicial Federal (PJF) al servicio del oficialismo, otorgó una suspensión que impedía encarcelar al Contralmirante Fernando Farías Laguna, acusado de liderar una red de huachicol fiscal con 31 buques en los puertos de Altamira y Tampico, Tamaulipas.
La juzgadora cuatrotera blindó al contralmirante Farías Laguna (sobrino del ex titular de la Semar) prófugo de la justicia obtuvo una suspensión provisional que impide a la FGR capturarlo y remitirlo al penal del Altiplano con prisión preventiva oficiosa.
Si esta acción judicial la hubiera emitido un juez del anterior Poder Judicial en la era de la ministra Piña, en la mañanera lo hubiera quemado en leña verde por corrupta y podrida, pero como se trató de un amparo otorgado por una juez del Bienestar, hicieron mutis.
En la campaña de desprestigio contra la SCJN y el PJF para apoderarse de él, aseguraron que ahora sí, electos por el pueblo bueno, habría justicia, y no solo para los poderosos.
Los líderes cupulares de la 4T se tendrán que comer sus palabras, porque los jueces de la 4T están con los poderosos, entre estos presuntos delincuentes peligrosos, ligados al oficialismo.
Un juez federal concedió la suspensión definitiva a Hernán Bermúdez Requena, presunto líder de “La Barredora”, con la que se evita su aprehensión por los delitos de delincuencia organizada y secuestro agravado.
El exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Adán Augusto López Hernández en Tabasco solicitó un segundo amparo para frenar otra orden de detención.
El Juzgado 4 en Materia Penal del Estado de México, Daniel Marcelino Niño Jiménez, determinó este 7 de octubre conceder a Bermúdez Requena la suspensión definitiva en contra de su detención por la fiscalía general de la República (FGR).
Tanto el Contralmirante Fernando Farías Laguna, coacusado de liderar una red de huachicol fiscal que le causado un daño al fisco por 60 mil mdp, como el exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco. Hernán Bermúdez Requena, líder de La Barredora, son los primeros beneficiarios de los nuevos jueces del acordeón del oficialismo.
