
Sin ninguna consideración a la autonomía de las universidades públicas, el gobierno de la 4T les impone un nuevo plan académico para alinearlos al modelo económico cuatrote. El encargado de la implementación del nuevo “modelo educativo” es un experto en la coacción y extorsión como lo es Mario Delgado Carrillo, exlíder nacional de Morena y actual titular de la SEP federal.
Con el control del presupuesto a las instituciones de educación superior, él que conocer a detalle la canalización de recursos financieros del huachicol fiscal, ahora le apretará a las universidades públicas para alinearse en la generación de profesionistas para la 4T.
Hicieron lo mismo con las universidades públicas con el modelo neoliberal educativo el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, a través del titular de la SEP, Manuel Bartlett Díaz, un perfil de político dino como Mario Delgado, lejos de las figuras de José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet.

Durante el gobierno neoliberal de Salinas -que ahora niega su pertenencia el exgobernador Bartlett- implementó la extorsión a los rectores de las universidades para condicionar la entrega de recursos financieros, a cambio de aplicar el modelo vertical.
Llegaron a las universidades la departamentalización de educación -para disolver el poder de reunión de los estudiantes-, hacer más laxos exámenes de aprobación de alumnos para recibir estímulos económicos.
Destruir la bilateralidad en el ingreso, promoción y permanencia de los académicos -destruir contratos colectivos y sindicatos-, modificar los sistemas de elección de las autoridades.
Incluyó el plan neoliberal salinista con Bartlett Díaz en la SEP reducir la matrícula estudiantil para acabar con la masificación de las universidades -cientos de tecnológicos y universidades técnicas-; favorecer la educación superior tecnológica para atender demanda de mano de obra del Tratado de Liber Comercio (TLC) firmado con EU y Canadá, etcétera.

El mismo sistema de presión y coacción la implementó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a través de la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP con Luciano Concheiro -el orgullo de nepotismo de Pablo Gómez– al imponer restricciones presupuestales.
Con AMLO, varias universidades públicas autónomas enfrentaron la peor embestida presupuestal hasta ahogarlas financieramente.
López Obrador redujo los subsidios a las universidades para favorecer el plan educativo de las universidades “Benito Juárez” -un fracaso académico-, las becas “Benito Juárez” y favorecer a las universidad Rosario Castellanos y de la Salud…
A la UNAM, por “un error”, le había reducido 5 mil mdp del presupuesto anual para el ejercicio 2025.
En el Segundo Piso de la 4T está marcha un nuevo modelo educativo de control coercitivo a las universidades públicas y privadas para “adaptarlas a las nuevas generaciones” (sic).

La SEP federal integró una Comisión Nacional de Aprendizaje que busca “renovar la educación universitaria” para vincular la oferta educativa con el Plan México y los Polos de Desarrollo para el Bienestar de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Tiene que haber una coincidencia “entre la oferta educativa de ciertas regiones y las vocaciones económicas de éstas para que se cumpla la promesa que les hacemos siempre a los jóvenes, de que si estudias te va a ir bien”, les leyó la cartilla Mario Delgado a los rectores.
La 4T quieres de las universidades formen a ciervos de la nación: que los estudiantes reciban no solo formación académica, sino también valores como solidaridad, fraternidad, compromiso con la comunidad y preparación técnica que les permita ingresar al mercado laboral.
Delgado anunció que se abrirá la plataforma digital nacional saberes.mx, con el fin de democratizar el acceso a la educación superior y dar valor formal a los conocimientos adquiridos.
El secretario recalcó que, en un mundo donde las capacidades adquiridas en la universidad se vuelven obsoletas en pocos años, es indispensable promover una preparación constante.
El objetivo, les remarcó Delgado -experto en financiar campañas electorales con dinero caliente- es que las universidades sean más flexibles, respondan a los cambios económicos y se adapten a la rapidez con que circula el conocimiento.
Delgado recordó que la Unesco sostiene que las personas no pueden desenvolverse toda su vida únicamente con lo que aprendieron en la escuela o en la universidad.
Esta idea, agregó, coincide con la visión de los pueblos originarios, que siempre han reconocido que el conocimiento es una guía inicial, pero requiere actualizarse de manera continua.