La iniciativa de reforma de la Ley del Issste que dejó en “pausa” (sic) la presidenta Claudia Sheinbaum, los maestros de la CNTE y SNTE la obligaron a retirar enmienda legislativa. A diferencia de los sindicatos del Apartado A del Artículo 123, controlados por los viejos y nuevos charros sindicales de la CTM y la UNT que dejaron pasar el atraco con la Ley del Infonavit, los trabajadores de la educación dieron una nueva lección de sindicalismo militante.
El gobierno de la 4T iba ahora sobre los fondos de ahorro para vivienda del Fovissste de los trabajadores federales al servicio de los Poderes de Estado, pero además sobre los salarios, la edad jubilatoria, la jubilación dinámica y las pensiones, que resultaba un asalto.
En el caso particular de los trabajadores de la educación, los maestros afiliados al SNTE se revelaron al entreguismo del líder nacional y diputado de Morena, Alfonso Cepeda Salas.
Maestros de las secciones del SNTE en varios estados rebasaron al comité ejecutivo nacional para unirse a las protestas de la CNTE.
Cepeda Salas, el líder charro de la SNTE que pasaron de apoyar al PRI y ahora se alinean con Morena y el gobierno de la 4T -le dieron una diputación federal- no solo guardó silencio, sino que había prometido afiliar a Morena a 5 millones de maestros y sus familias.
El silencio cómplice del líder nacional del SNTE para aprobar la reforma a la Ley del Issste, tuvo su precio: Alfonso Cepeda obtiene contratos por 235 millones de pesos en las secciones del SNTE de los estados de Coahuila y Nuevo León, así lo ha domesticado el gobierno de la “transformación”
En el régimen de la 4T primero fue el atraco de López Obrador al apropiarse de las cuentas individuales pasivas de las afores que no habían sido reclamadas por los familiares de trabajadores de más de 70 años de edad, para crear la Pensión Bienestar, con fines electorales.
Con Claudia Sheinbaum, instalada en Palacio Nacional, le siguió el atraco a los fondos de las subcuentas de vivienda de los trabajadores del Infonavit, para construir casas a no afiliados.
Mediante una reforma a la Ley del Infonavit el gobierno de la 4T eliminó el principio tripartita en la toma de decisiones y se atribuyó la facultad para designar al director del Infonavit para apoderase del Instituto y construir Casas Bienestar con una empresa constructora estatal.
Con la complicidad de líderes sindicales del viejo PRI y de la 4T (UNT) asestaron el golpe al fondo de vivienda de los trabajadores del apartado A, de trabajadores de industria.
El oficialismo pretendió hacer lo propio con el Fovissste, pero fueron más allá para afectar la seguridad social de los servidores públicos contemplados en el apartado B de la legislación laboral.
La FSTE (sindicatos de trabajadores al servicio del estado) liderada por el sobrino del fallecido líder charro, apoyó la reforma al sistema jubilatorio que afectaba a los derechohabientes del Issste, pero los maestros de base de la CNTE-SNTE frenaron la iniciativa enviada por la presidenta.
Uno de los argumentos para el rechazo a la nueva reforma a la Ley del Issste es la mayor precarización en las condiciones laborales y de retiro jubilatorio del magisterio.
Maestros activos, jubilados y pensionados denunciaron que las modificaciones reducirían sus derechos y dejaría en una situación económica insostenible.
Pretendían con la reforma eliminar la jubilación dinámica e imponer una edad mínima de retiro de 60 años, lo que obligaría a muchos docentes a continuar trabajando incluso después de cuatro o cinco décadas de servicio por temor a recibir una pensión insuficiente.
Cuestionaron el impacto de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) que ha reducido drásticamente el monto de sus pensiones porque antes les pagaban con base en el salario mínimo, y todavía pretendían aumentarles las cuotas Issste para financiar el sistema de salud.
Ante la amenaza de un paro nacional de 72 horas programado por las secciones de la CNTE, y el rechazo social a la reforma, el gobierno de Sheinbaum anunció el retiro de la iniciativa de reforma a la Ley del Issste ante el rechazo, lo que no hicieron otros sindicatos con la Ley del Infonavit.
