Convertido el partido Morena en una federación de grupos y “tribus”, en Puebla enfrenta una pugna por el control partidista, porque además del poder político, está el control del dinero de las prerrogativas. Surgido el partido como un movimiento encabezado por la izquierda mexicana junto con Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Efigenia Martínez, Morena fue tomado por asalto porLópez Obrador en alianza con priistas, para culminar con partido-estado al hacerse del control total de los tres Poderes.
Con esta premisa, Morena en el estado de Puebla enfrenta la disyuntiva de convertirse en apéndice del gobierno -al viejo estilo del PRI– o ser contrapeso coadyuvante del segundo piso de la 4T.
Las diferentes facciones partidistas han entrado en una rebatinga rumbo al Consejo Estatal que se reunirá para elegir a los dirigentes interinos en la presidencia del Comité Ejecutivo Estatal, dos secretarías, Organización y Comunicación, además del representante de Morena en el IEE.
Una larga lista de nombres se baraja para sustituir a la presidenta estatal Olga Lucía Romero Garci-Crespo, entre los que figuran Pavel Gaspar Ramírez, David Rivera, Eloísa Vivanco, Norberto Amaya y Rodrigo Abdala Dartigues.
Por lo menos, los mencionados aparecen como padrinos del “Bienestar” Andrés Manuel “Andy” López Beltrán, Luisa María Alcalde Luján y Alejandro Armenta Mier, admiten miembros de ese partido consultados por regionalpuebla.com.mx
En este contexto surgen denuncias de morenistas por la opacidad en el manejo de millones de pesos de las prerrogativas en la Secretaría de Finanzas, así como la venta de candidaturas a cargos de elección popular en los procesos electorales de 2018, 2021 y 2024.
CONSEJEROS “BARBOSISTAS”
Dominado por barbosistas, 120 de los 150 miembros del Consejo Estatal, con la designación del dirigente, enviarán una señal sobre el rumbo político de Morena: se consolida como un partido de centro izquierda o dará continuidad al modelo corporativo del PRI del Partido-Gobierno con predominio del jefe político del estado.
El Consejo estatal elegirá al relevo de Olga Lucía Romero Garci-Crespo, impuesta por el difunto Miguel Barbosa, empresaria expriista acusada de actos de corrupción judicial en la pugna por una herencia familiar en Tehuacán; Romero se va al gobierno donde hay lo que le gusta: Carreteras de Cuota.
Para este cargo partidista levantó la mano el diputado Pavel Gaspar Ramírez, un joven político cercano al gobernador Alejandro Armenta.
El legislador tendría como obstáculo el artículo 8 del estatuto partidista que prohíbe incluir en la dirigencia a autoridades y miembros de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial; requisito que resolvería pidiendo licencia, pero es su inexperiencia en la conducción política la limitante.
Respecto a David “El Camarada” Rivera Vivanco, de la boina chavista, los negativos tienen que ver con el nepotismo político porque su madre, Eloísa Vivanco, es secretaria de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena.
Elegir a David alimentaria el poder del clan Rivera: Claudia Rivera, diputada federal; María Teresa (“Mayté”) Rivera, regidora en Puebla; Roberto Zataraín Leal, diputado local (con firma mancomunada en los “negocios millonarios” de la pareja).
Sin embargo, por su estrecha cercanía con Bertha Luján, madre de Luisa María Alcalde, líder nacional de Morena, Eloísa Vivanco podría dar la sorpresa como presidenta interina en Puebla.
Pero como quien manda en Morena es Andrés Manuel “Andy” López Beltrán, una de sus cartas es Rodrigo Abdala Dartigues para destrabar la compleja decisión.
Entre la base morenista se insiste también en el perfil de Norberto Amaya Aquino, con cualidades para unir con sensatez a los diversos sectores del partido gobernante.
ATRACO A LAS FINANZAS, DE ESCÁNDALO
A pesar de los discursos contra la corrupción y contra el nepotismo, violando los principios obradoristas “de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”, Morena en Puebla no es un ejemplo de honradez y honestidad en la administración de sus recursos financieros.
Antes de la definición política de quién deberá ser el dirigente estatal interino, militantes de este partido exigen la rendición de cuentas del secretario de Finanzas, José Antonio Mota Jiménez, un agiotista junto con su padre con un negro historial, personaje que nunca ha rendido un informe financiero.
Solo en un año, de lo proyectado en ingresos por prerrogativas y financiamiento de campaña para 2024, Morena recibió del organismo electoral local (IEE) unos 141.4 millones de pesos.
De los cuatro años al frente de la Secretaría de Finanzas, Mota Jiménez no rinde informes ni le han practicado auditorías, lo que ha motivado la sospecha de que el usurero -que cobra 50 % al mes de intereses en préstamos- se ha enriquecido.
Una auditoría a las finanzas del partido Morena abriría una cloaca de corrupción, malversación, lavado del dinero y hasta robo, en perjuicio del patrimonio de los integrantes del partido.
Pero hay más, morenistas exigen se investigue la venta de candidaturas en 4 millones de pesos cada una (2018, 2021 y 2024) a presidentes municipales y diputados, que involucra a José Antonio Mota, Edgar Garmendia y Carlos Evangelista.
Consolidado como Partido-Estado, sin contrapesos ni oposición partidista, las pugnas internas de Morena por el poder serán el foco de atención en Puebla y en el resto del país.