Entre un comerciante de mercados, un vendedor de gelatinas y un mesero, los poblanos elegirán el 2 de junio de entre los tres candidatos para convertirse en gobernador. Alejandro Armenta, Eduardo Rivera y Fernando Martínez se confrontaron ayer en el primero y único debate auspiciado por el organismo electoral del estado.
Como ocurre con el resto de las contiendas por la gubernatura en nueve estados, fue el turno a Puebla para que los tres candidatos expusieran su oferta electoral y las contrastaran.
Intercalado en tres bloques temáticos para exponer sus propuestas, solo al arranque de las presentaciones empezó la confrontación con acusaciones de hechos de violencia y eventos delictivos.
Eduardo Rivera Pérez empezó su turno con una embestida al lanzar acusaciones de respecto al asalto en su fraccionamiento por un grupo de delincuentes, al asegurar que iban contra él para causarle daño.
Con este tono empezó un debate, y así siguió en los 90 minutos de duración, convertido en una “guerra de lodo” con acusaciones recíprocas entre los candidatos puntero, el oficialista Alejandro Armenta Mier y el opositor Eduardo Rivera Pérez le siguió la respuesta inmediata del candidato morenista Alejandro Armenta Mier.
El candidato de Morena mostró de inmediato una fotografía de Tanía N., la candidata a diputada suplente del PRI detenida por la Marina y la SPP estatal, junto con Eduardo Rivera y Liliana Ortiz, acusándolo de vínculos con el crimen organizado.
El reviré del candidato opositor fue más demoledor, por lo inédito, al mostrar una fotografía de Tania N. al lado de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el gobernador sustituto, pero también con el propio Armenta cuando éste era líder estatal del PRI, a quien acusó de haberla afiliado al PRI.
Este episodio del debate fue el más álgido, pero también salió a relucir el daño patrimonial por mil 300 millones de pesos de las finanzas públicas, además de los 600 mdp perdidos por una fallida inversión en Banco Accendo.
Como en este caso, otros recursos de acusaciones sobre las finanzas públicas abundaron en el debate, sin respuestas, como el cuestionamiento de Fernando Morales Martínez al abanderado de Morena, respecto al origen y el costo de las precampañas presidenciales y por la gubernatura
Pese a las acusaciones recíprocas, el debate entre los candidatos a la gubernatura se convirtió en un alegato de barandilla por presuntos actos de corrupción, por vínculos con la delincuencia y daños a las finanzas públicas.
Lo más rescatable del debate, aunque limitado, fue el tema de la seguridad pública y la municipalización del servicio de agua potable de la ciudad de Puebla y municipios conurbados.
Lamentablemente el formato del debate redujo a los moderadores a ser solo facilitadores para cronometrar y otorgar el uso de la palabra, sin ninguna posibilidad de cuestionarlos en los respectivos temas.
De los tres bloques temáticos, las respectivas exposiciones fue una repetición de propuestas de campaña donde abundaron los “qué”, pero faltaron los “cómo” para aterrizar su oferta de gobierno.
No bastó para los ciudadanos que el contrincante calificara de “ocurrencias” proyectos como el Cable Bús y la construcción del tren México-Puebla, faltó expusieran porqué no son viables, prioritarios y costoso que endeudarían las finanzas del estado.
Alejandro Armenta, el candidato del oficialismo, por ejemplo, fue muy cuidados para montar sus propuestas de gobierno a la oferta electoral de la candidata presidencial Claudia Sheimbaum.
Es entendible en la medida que está echada la suerte en la entidad poblana en la elección concurrente, donde la inercia del voto por Sheinbaum le lleve sufragios a Armenta, cuando el plan original del candidato era al revés, aportarle dos millones de votos a la candidata presidencial.
En el insistente segundo piso de la Cuarta Transformación no pueden ignorar el pacto federal y el estado debe tener en su candidato un proyecto ajustado a la realidad y prioridad para los poblanos; amarrar el futuro de Puebla a los megaproyectos federales no es una buena idea, en la medida que todavía no hay certeza de los márgenes federales para el gasto público.
Como ocurre en los debates, con todo y las limitaciones para contrastar las diferentes posturas, el abanderado opositor a la gubernatura Eduardo Rivera Pérez hizo lo propio para destacarla oferta electoral de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez.
Salvo las propuestas domésticas, que en buena medida corresponden a los programas de gobierno de la ciudad capital, el resto está relacionados a las reivindicaciones opositoras del seguro popular, las estancias infantiles, contra los abrazos y no balazos, etcétera.
Cada candidato puede autoproclamarse ganador del debate, en la medida que es un recurso de propaganda, pero dejaron sin responder a preguntas y acusaciones, y salieron con un empate en ese sentido.
Después del debate donde se proclamó ganador, el candidato a la gubernatura de Puebla de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” Alejandro Armenta, se reunió con ciudadanos e integrantes de su equipo para agradecer el apoyo de quienes compartieron el debate, incluyendo brigadistas, mujeres, hombres y jóvenes. También reconoció el apoyo de Pepe Chedraui, candidato a presidente municipal de Puebla.
“Mi gratitud por la esperanza que la gente tiene en el avance de Puebla, me comprometo a continuar con la tarea de reconciliación y trabajar unidos por una Puebla mejor”, mencionó el candidato a la gubernatura.
Por su parte Eduardo Rivera Pérez, abanderado de la coalición conformada por el PAN, PRI, PRD y PSI- “celebró su victoria” en compañía de simpatizantes en el Zócalo de la capital del Estado.
Rivera aprovechó para agradecer a las y los dirigentes que lo respaldan, pero, sobre todo, a las y los ciudadanos simpatizantes pues ellos y ellas “son la causa de esta lucha” en la cual se ha demostrado “que somos la mejor opción, que tenemos las mejores propuestas y que tenemos la experiencia”, apuntó.
Asimismo, el candidato llamó a todos y todas las que se quieran sumar a su causa a brindar “la fuerza y la determinación para dar esta batalla y que estemos no solo en las campañas, que el día de la elección estemos presentes”.