Con un récord de tres homicidios dolosos diarios, multihomicidios, en el top cinco de estados con más tomas clandestinas de huachicoleros, con alza en feminicidios y desapariciones, la seguridad del estado la entrega el gobierno al gobierno federal a través de la Marina.
Los índices delictivos están al alza, principalmente lo de mayor impacto, y tanto las autoridades federales, estatales como municipales, no han contenido a la delincuencia.
Recientemente el gobierno estatal emprendió una campaña mediática de propaganda para anuncia un plan de seguridad en el estado donde los protagonistas son los elementos de la Marina Armada de México.
La entidad se ha convertido en un territorio dominad por diversos grupos delictivos locales en la zona metropolitana, y los foráneos que operan en las zonas limítrofes con los estados de Veracruz, Morelos, Guerrero e Hidalgo, principalmente.
En especial las rutas carreteras de las autopistas Arco Norte, la México-Puebla en los tramos de San Martín Texmelucan; y en la ruta de autopista Puebla-Esperanza-Orizaba y Córdoba, la 150D, es un peligro mortal para el transporte de carga, público de pasajeros y particulares.
Pese a los reiterados anuncios de seguridad de los gobiernos federal y estatales, las bandas criminales siguen actuando con impunidad en el robo de mercancías y asaltos, ante la actitud omisa de la división caminos de la Guardia Nacional.
El estado de Puebla se ha convertido en un campo minado porque en la totalidad del territorio se ha impuesto la “ley del plomo” donde los grupos delictivos han impuesto su poder de dominio y control de amplias regiones.
Entregar a la Secretaría de Marina Armada de México la seguridad pública y la persecución a los delincuentes, es un reconocimiento implícito del fracaso de las policías preventivas estatal y municipales en el combate y previsión de delitos.
El programa de coordinación “Fuerza por Puebla” del gobierno morenista fue presentado como “el plan estratégico por Puebla Paz, Seguridad y Justicia”.
Consiste en el reforzamiento de la Policía Estatal Preventiva con efectivos de la Secretaría de Marina-Armada de México en dos etapas: patrullamientos conjuntos con Guardia Nacional, Sedena y municipios.
De esta manera será reforzado el patrullamiento que se realiza en la zona limítrofe con el estado de Tlaxcala, y será redoblado el personal sustantivo que opera en la autopista México-Puebla-Veracruz 150D, según el anuncio oficial.
No había pasado ni una semana del anuncio gubernamental cuando en la junta auxiliar de San Jerónimo Calera, al norte de la ciudad capital, en los límites con Tlaxcala, un comando armado cometió un multihomicidio contra cinco integrantes de una familia.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal, como sucede en estos casos, filtro la versión de que las víctimas eran comerciantes que vendían “productos de dudosa procedencia”; sin criminalizar a los asesinados es parte del “plan estratégico de Fuerza por Puebla”, nada buen se puede esperar en los resultados de combate a la inseguridad y los índices delictivos.