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Xóchitl versus populismo y neoliberalismo

Nada personal/Pablo Ruiz Meza

Es muy temprano para identificar el verdadero perfil e identidad electoral de Xóchitl Gálvez Ruiz como candidata presidencial opositora. Un amplio sector de la sociedad estará muy atenta en conocer qué cambios ofrece a favor del país, distintos al gobierno de la 4T y de los sexenios que lo precedieron del PAN y PRI.

Por ahora, de acuerdo al proceso interno del Frente Amplio por México, es un producto de los partidos coaligados donde las dirigencias partidistas y su naturaleza, no son necesariamente de gratos recursos y resultados para los mexicanos.

Si los mexicanos vuelven a fincar sus esperanzas en una persona, en este caso en una mujer como candidata presidencial opositora, pues de entrada estarían errando el camino porque hay hartazgo al caudillismo, más si éste es abusivo y vulgar.

La senadora hidalguense debe enviar señales muy claras del proyecto de país que propone, distinto al de Morena y los partidos aliados, pero también diferente a los conocidos del PAN y PRI.

Las propias dirigencias de los partidos del frete opositor, PAN, PRD y PRD, deben hacer públicas las autocriticas con ajuste de cuentas son sus respectivas historias que desechen lastres al país.

Si Xóchitl Gálvez no encabeza con nitidez un proyecto de nación con un gobierno de coalición que erradique el populismo mesiánico y autoritario y acabe con el neoliberalismo rapaz, México perderá la esperanza de un viraje a un país moderno, democrático, competitivo y plural.

Regresar a las instituciones del país al sendero de la legalidad, a la división de poderes, demoler los cimientos de una vez los godas del presidencialismo omnipresente y omnipotente heredado del viejo sistema de los cacicazgos heredados del partido único de la revolución mexicana.

Si el PRI, PAN y PRD no hacen un acto de contrición con los mexicanos, y si simplemente se montan en la elección presidencial con la oferta competitiva de Xóchitl Gálvez solo para ganar posición en las cámaras de senadores y diputados, así como recuperar gubernaturas, sería deleznable.