A cien días como gobernador sustituto, Sergio Salomón Céspedes Peregrina delineó política de trabajo para conducir la entidad en estos dos años con unidad y apertura.
En reunión con representantes de sectores de la sociedad, alcaldes y legisladores, explicó los puntos estratégicos para tomar las riendas del estado como el máximo jefe político.
Reunido con cientos de invitados en una comida el viernes pasado en “El Recuerdo”, puntualizó cuál es el sello en su gobierno: “no soy partidario de la confrontación como vía de concertación política”.
Y por el contrario, le puso acento especifico a lo que será la era salomónica: no creo que en un estado tan peculiar, disímbolo y multicultural como el nuestro, la ruta sea otra sino la de sumar escuchar y consensuar.
Está convencido que Puebla hoy necesita de todos y es momento de unir aquellos símbolos “que en su momento nos separaron”.
Destacó que solo con unidad, diálogo y consensos del gobierno con los sectores de la sociedad se puede retomar ese empuje, ímpetu y capacidad para que el estado sea un referente económico, industrial, manufacturero y tecnológico.
Céspedes asegura haber conoció la paz de servir, antes que la quimera que a veces es el poder, al aclarar que todas las intenciones se orientan con el fin de servir a los demás, en especial a los que menos tienen.
En la mística y vocación de gobierno, considera que si el poder sirve para algo, es para cambiar la vida de los que menos tienen.
Se comprometió a que en estos 700 días de su administración visitará cada rincón del estado, ir al encuentro de la gente, por lo reiteró a las alcaldesas y alcaldes trabajar por Puebla sin distingo partidista.
“Vayamos pues, secretario de gobernación, al encuentro de las personas, en los 217 municipios, que se sienta el dinamismo y la cercanía de un gobierno que está decidido, con la ayuda de todas y todos ustedes, a acelerar a nuestro estado, a devolver la dignidad a las personas y, sobre todo, a trabajar en unidad”, enfatizó
Les convocó a ser un gobierno que incluye, a ser un gobierno presente en las causas de las personas, las agendas sociales y en los temas que más importan, que más inquietan a la población como la seguridad pública, el transporte y el derecho a vivir en paz.
Presente en la agenda de los sectores productivos, para buscar mecanismos que potencien a nuestra entidad. Presente para atraer inversiones y promocionar a Puebla como lo que es: un polo de atracción ideal para el capital nacional y extranjero.
Presente para procurar la llegada de más visitantes y más turistas, porque quien se asienta en Puebla, ya no se va. Y quien la visita, seguro va a regresar.
Un gobierno de unidad, de apertura, que suma y escucha para consensuar, es el signo de la era salomónica de dos años de gobierno con liderazgo político, alejado de la tentación de la confrontación permanente que solo ha dividido a la sociedad.
