Un mal momento enfrenta la presidenta Claudia Sheinbaum frente al gravísimo fenómeno de la delincuencia organizada, y lo peor está por ocurrir. Los cárteles mexicanos la han metido en una severa crisis política, diplomática, económica, comercial y de seguridad nacional con el gobierno de Estados Unidos.
La postura electoral y poselectoral del Donald Trump en su lucha contra el tráfico de drogas, principalmente fentanilo, así como el tráfico de migrantes, está vinculada a los cárteles.
El conflicto de tráfico de drogas y de personas de México con EU escaló con las alertas del país vecino respecto al lavado de dinero de los cárteles en Vector, CIBanco e Intercam.
Se complicó el escenario para Sheinbaum al quedar atrapada en la disputa entre las facciones del Cártel de Sinaloa.
En ese estado se cumple un año de narcoguerra a consecuencia del secuestro y entrega en EU del capo Mario “El Mayo” Zambada, operado por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, en un ajuste de cuentas entre familias por traiciones reciprocas.
Presionado el gobierno de Donald Trump, las fuerzas armadas capturaron a sangre y fuego a Ovidio Guzmán, uno de los hijos del “Chapo”, para extraditarlo a EU.
En manos de la justicia estadounidense, Ovidio negoció colaborar con la justicia estadounidense con información de la red de negocios ilícitos del cártel, a cambio de trasladar a sus familiares a EU, así como reducir la sentencia y evitar la pena de muerte.
Sheinbaum, abandonada en el pleito de barandilla con el abogado del narcojunior
Al igual que su antecesor, Sheinbaum demandó al gobierno de EU información detallada de la detención de “El Mayo” Zambada, así como intervenir en la negociación con Ovidio Guzmán, esta última exigencia que le costó un enfrentamiento verbal con el abogado del narcojunior.
En este episodio con el abogado Jeffrey Lichtman, a Sheimbaum la dejaron sola sus colaboradores más cercanos en materia de seguridad, prensa y diplomacia.
La dejaron en Sinaloa con malas compañías: Rubén Rocha Moya -involucrado con su Fiscal en el secuestro de Zambada y asesinato del ex rector de la UAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda–
Lichtman insultó a la presidenta Sheinbaum al acusarla de publirrelacionista de narcotraficantes, Sheimbaum cayó en la trampa y le contestó a nivel barandilla, que terminó con una demanda por difamación contra el abogado de Ovidio, que lo tendrá sin cuidado.
Ocupada con levantar el tiradero que le dejó en el país López Obrador, la presidenta, rodeada por tiburones locales y de EU, está sola: ni Morena, los gobernadores y líderes parlamentarios salieron en su defensa; como tampoco el canciller y el secretario de Economía.
Huachicoleros con negocios multimillonarios, otro lastre heredado por AMLO
Pero como si eso no fuera poco, se puso al descubierto una amplia red delictiva en el multimillonario negocio del huachicol fiscal, en su triangulación con empresas de EU.
Este ilícito está orgánicamente relacionado con el robo de hidrocarburos desde dentro de la petrolera mexicana (Pemex) con la complicidad de directivos y empleados con el crimen.
Se suma el monumental saqueo de millones y millones de litros con pinchazos en tomas clandestinas en la red de ductos de suministro por bandas de huachicoleros.
En esta actividad ilícita en la estructura de la empresa criminal el robo de combustible, cárteles como el CJNG han convertido en un holding del negocio criminal el huachicol, al diversificar sus actividades ilícitas, pero no es el único.
Es una de las actividades más rentables para la industria criminal en México que ha existido por décadas, pero en el gobierno de los “abrazos y no balazos” de Andrés Manuel López Obrador floreció a niveles impensables con un infinito de ceros en ganancias multimillonarias.
Este negocio ilegal, el de las drogas, el huachicol y tráfico de personas, no sería posible sin la complicidad de las autoridades de los tres órdenes de gobiernos, de las fuerzas armadas, de políticos y jueces corruptos.
Trump va por políticos ligados a la red de complicidades con cárteles
A nadie debe extrañar que dinero sucio relacionado con el huachicol (en noreste, sur y sureste); y la fabricación de drogas y tráfico en el occidente, penetró en el financiamiento de campañas electorales federales y estatales, como ocurrió en Sinaloa y Tamaulipas.
Los gobernadores de Morena, el sinaloense Rubén Rocha Moya, y el tamaulipeco Américo Villarreal, así como el exlíder nacional de Morena y actual titular de la SEP, Mario Delgado Carillo, seguirán baja la sospecha del narcofinanciamiento; pero no solo ellos.
Toda esta realidad de la asociación criminal entre los cárteles mexicanos y los políticos ha sido el pretexto del gobierno de EU encabezado por Donald Trump para imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, como una represalia por la presunta existencia de un narcogobierno.
En la carta enviada por el presidente de EU al gobierno de México para justificar la aplicación del 30 por ciento adicional de aranceles a las exportaciones, considera Trump que el gobierno de Sheinbaum no hace lo suficiente contra a los cárteles y su industria criminal.
Es de pronóstico reservado lo que ocurrirá en los próximos meses, porque esto sigue, ahora en Tabasco, donde dos exgobernadores de Morena, entre ellos “El Padrino” del Bienestar, el senador Adán Augusto López Hernández, está involucrado con un narcopolicía.
Existe una orden de aprehensión contra el secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, líder de la banda criminal “La Barrdeora” del CJNG, ligada al negocio ilícito de acopio y tráfico de combustible robado a Pemex. Así o más feo.