La reforma a la Ley del Infonavit para que pasara al control a la Presidencia de la República dio los primeros resultados: legalizar invasiones y despojos de viviendas. Por instrucciones de Claudia Sheinbaum, las personas que hayan invadido una vivienda deshabitada podrán adquirirla mediante un precio “muy económico”. Lo dio a conocer en la mañanera el director del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, Octavio Romero Oropeza, lo que no es una buena noticia para las finanzas del Infonavit.
Orientado este régimen a la política de la dádiva social, en este caso a costa de las cuotas obrero-patronales aportadas al Infonavit, el gobierno de la 4T legaliza lo ilegal relacionado con las invasiones y despojos.
Se trata de bienes inmuebles obtenidos por los trabajadores asegurados (al IMSS) con empleo formal que durante años de su vida laboral cotizan para calificar para la obtención de un crédito hipotecario.
Son viviendas adquiridas por los trabajadores, donde no siempre fueron planeadas para ubicarse en la zona de su centro de trabajo, otras, abandonadas por la pérdida del empleo.
Otras más, por la inseguridad pública o la falta de servicios públicos y transporte, o aquellas impagables por las renegociaciones de la hipoteca con despachos que compraron las carteras vencidas del Infonavit.
Todas, o la mayoría de las viviendas con hipotecas Infonavit abandonadas por diferentes causas, fueron ocupadas de manera ilegal por agrupaciones dedicadas al “paracaidismo”, entre ellas Antorcha Popular – el brazo policial social urbano de Antorcha Campesina-.
Grupos delictivos, sobre todo en el Estado de México, se han dedicado a apropiarse de viviendas con hipotecas Infonavit para enajenar los bienes con el cobro de rentas-extorsión, o mediante el despojo con violencia.
Ahora esas viviendas en propiedad ilegítima, y en muchos casos resultado de actos delictivos y despojos, les serán regaladas por el gobierno a “precios económicos”.
En los hechos es un banderazo para que se sigan cometiendo invasiones y despojos para que los ciervos de la nacional los puedan censar y les legalicen la propiedad que no les costó un peso, mismas que fueron financiadas con las aportaciones de los trabajadores afiliados al Infonavit.
El Infonavit lanzará un programa para que personas que hayan invadido viviendas en estado de abandono puedan rentarlas con opción de compra.
Son 843 mil viviendas “emproblemadas”, de las cuales 168 mil ya fueron censadas, según el Gobierno Federal.
“De estas 168 mil, 145 mil están habitadas, no abandonadas, están habitadas por personas que originalmente sacaron su crédito, pero que ya no pagan; y la mayoría por gente que, no teniendo vivienda, las vio desocupadas y las está ocupando de manera irregular; y 23 mil, esas sí, deshabitadas y/o vandalizadas”, explicó el director general.
Sobre las viviendas habitadas de manera irregular, Romero Oropeza explicó que la idea es que ya no haya desalojos, por lo que se planteará entablar un diálogo con los ocupantes de la propiedad para que puedan rentarlas con opción de adquirirlas a través de pagos accesibles, “y a los 4, 5 años sean ya dueños de su vivienda”.
Así de fácil la decisión unilateral del gobierno de Sheinbaum para disponer de dinero de los trabajadores, sin la opinión de los patrones también aportantes, lo que perfila un desajuste financiero.
Con esta medida de regalar las casas Infonavit para beneficiar a grupos que se han apropiado ilegalmente de viviendas, al legalizarse la ilegalidad, sin retorno de capital del Fondo Nacional de Vivienda, causará una crisis financiera en perjuicio de los trabajadores.
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