¿Alguien sabe del paradero Lorena Cuéllar Cisneros, la gobernadora de Tlaxcala? Se preguntan los habitantes del municipio de Altzayanca, donde los cerros Guadalupe y San Gabriel han sido arrasados por el incendio forestal.
Desde el 14 de marzo se registró el conato de incendio al extenderse el fuego que empezó en la parte boscosa y de matorrales del municipio poblano de Libres.
Desde esa fecha los habitantes de Altzayanca, hombres y mujeres, han librado una batalla contra el fuego que arrasa con matorrales y alcanzo la copa de los árboles, quemando toda la vegetación.
Flora y fauna de estas montañas que rodean este municipio tlaxcalteca fueron siniestradas por un incendio que se avivó todos los días con las direcciones del viento que arreció el fuego envolvente que llegó a poner en riesgo la vida de brigadistas voluntarios del pueblo y alrededores.
Las rancherías han sido desalojadas del lugar porque el fuego empezó a alcanzar las modestas viviendas, afectado cultivos y ganado en esos lugares.
Cansados, con poca agua y víveres, con herramientas del campo insuficientes para cavar zanjas que cortaran el avance del fuego, pero el número de voluntarios fue insuficiente.
Desesperados, con escazas herramientas, vehículos, agua, alimentos y sin el equipo adecuado para combatir las llamas, los pobladores de Altzayanca solo tuvieron como guía a su presidente municipal, a regidores y empleados municipales, pero nunca se acercó la gobernadora a ayudar.
La sociedad civil se movilizó a través de redes sociales para pedir ayuda y coordinar a los voluntarios como combatientes.
Uno de los tlaxcaltecas más activos, de Altzayanca, fue el cantante Carlos Rivera que abrió su casa como centro de acopio de palas propias para combatir el fuego, agua y vivieres para los habitantes del municipio y de comunidades aledañas que llegaron para apoyar, menos la mandataria estatal emanada de Morena.
A nadie le debe extrañar el desdén de la gobernadora, porque su indiferencia y menosprecio por sus paisanos es su ADN como priista, porque Morena y sus gobernantes son ellos, los priistas.
En redes sociales los tlaxcaltecas , especialmente los habitantes de Altzayanca, le reclamaron la ineptitud a Lorena Cuéllar, le exigían se bajara de su camioneta Suburban blindada, que ayudara a los pobladores con los recursos financieros que administra de los tlaxcaltecas.
Pero la ayuda nunca llegó del gobierno de Tlaxcala, fue el gobierno vecino de Puebla la que apoyo con aeronaves para sofocar el incendio, en la medida que el fuego había iniciado en Libres donde el 90 por ciento había sido liquidado, pero no así en Altzayanca, con apenas el 20%.
Los habitantes de ese municipio estaban solos, tampoco se activó el apoyo del gobierno federal para combatir el fuego, como tampoco llegaron los elementos de la Sedenapara aplicar el Plan D-N-III de apoyo a la población.
A las fuerzas armadas y a su comandante en jefe, la presidenta Claudia Shuenbaum, les valió madres, pese a tener equipo, elementos y miles de millones de pesos para hacer frente a desastres de esta naturaleza que acabó con flora y fauna, daño el ecosistema y a efecto de manera severa el futuro los pobladores.
Solo la sociedad civil organizada hace frente al desastre causado por el fuego, y solo ellos, los ciudadanos, podrán organizarse para regenerar la zona boscosa y las tierras de cultivo dañadas por el incendio forestal, inédito en su furia de expansión y destrucción.
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