Puebla y Ciudad de México son los principales centros de distribución y consumo de cigarros ilegales procedentes de India, China, Vietnam, e incluso de Suiza, mercado controlado por el crimen organizado.
Este actividad ilícita representa ganancias por evasión fiscal de 13 mil millones de pesos anuales, favorecida por la falta de filtros en las aduanas administradas por militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El volumen del consumo de cigarrillos ilegales: de 2008 a 2020, el consumo de este tipo de tabaco subió de 8 a 20%, es decir 1 de cada 5 cigarrillos que se fuman en México son ilegales”.
Reveló una investigación del Colegio de México dirigida por el académico Sergio Aguayo, mismo que será presentado en la Cámara Alta para revisar la magnitud de esta actividad ilegales, así como sus efectos en la salud pública.
Mientras en el mercado legal una cajetilla de cigarros tiene un precio regular entre los 70 y 80 pesos, los cigarros ilegales comercializados por la delincuencia cuestan un promedio de 24 a 25 pesos.
Puebla es uno de las estados donde más se trafica el cigarro ilegal, junto con la Ciudad de México, sin que las autoridades sanitarias y el sistema aduanero hagan nada para prohibirlo y erradicarlo.
En el estudio realizado por el equipo de investigadores del Colegio de México, identificaron la presencia de cárteles que trafican y comercializan el tabaco ilegal, donde destacan el Cártel de Sinaloa, el CJNG y el Cártel del Tabaco, este último integrado por ex agentes de la PGR.
Señaló Aguayo en entrevistas radiofónicas, que el estudio “Cigarros ilegales y crimen organizado”, e investigaciones periodísticas, arrojaron que la distribución y venta de este tipo de productos es un negocio muy lucrativo por el que el sistema fiscal mexicano deja de ingresar “13 mil millones de pesos al año”.
Entre las conclusiones también señala que “este es uno de los negocios debajo de la superficie por el que el crimen organizado sigue expandiendo, se presencia a ramas de la economía en niveles no imaginados”, y que es “un tema que no ha sido atendido por los medios, ni por el Estado mexicano”.
Con este trabajo, dijo, se pudo constatar que buena parte de los cigarrillos vienen de India, China, Vietnam, e incluso de Suiza, y que otros son fabricados en México.
Se sabe ahora que hay un trasiego de registros ante el SAT, pero “con una ausencia total de aduanas, sigue siendo territorio de nadie, pese a que está en manos de militares”.
Se sabe que el “Cartel del Tabaco, son exintegrantes de la PGR que conocen los huecos legales y ahora son parte del Cártel del Cigarro, asociación delictuosa dedicada a la importación, producción y distribución de cigarros ilegales”, actividad criminal que inició el exagente de la desaparecida AFI.
Refirió que las autoridades tienen solo “una estimación global, pero la sociedad civil ignora de qué tamaño es este enemigo”.
Informó el académico q ue la investigación se realizó con aportación del bufete De la Calle, Madrazo y Mancera quienes hicieron un donativo con libertad de agenda a los investigadores.
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