Dos mil pesotes para cada paisano deportado de EU para que regresen a sus estados, así como dinero de los programas Bienestar, dibuja la pobreza de miras de la presidenta Sheinbaum para hacer frente a las políticas antimexicanasde Donald Trump.
Es creíble -pero inaceptable- que una jefa de la nación como la morenista Claudia Sheinbaum Pardo haya fijado una postura trivial en la mañanera al minimizar las amenazastrumpistas, y de paso aprovechó para seguir con más propaganda con la “Tarjeta Bienestar Paisano”.
Qué no Tiene asesores en política internacional, niinformación privilegiada del filo del discurso del presidente Trump, como para tomar acciones urgentes y emitir un posicionamiento de altura.
La presidenta Sheinbaum se vio “chiquita” con el pobre posicionamiento mañanero, frente a un discurso racista, antiinmigrante, invasivo, sexista, violento, agresivo, salvaje, populista y dominante.
Se trata de un presidente que quiere dominar el mundo, el espacio y regresar al “líquido de oro” con la extracción de petróleo, al abandonar el pacto verde de París y cancelar el uso de energías limpias y la fabricación de autos eléctricos.
Amigo” de Andrés Manuel López Obrador, el entrante presidente de EU, Donald Trump, resultó igual de mesiánico: el güero republicano declaró ser el mejor presidente electo de la historia de la Unión Americana.
Pero no solo eso. Al jurar sobre la Biblia como el presidente 47 de Estados Unidos, sentenció que Dios le salvó la vida en el atentado en su contra porque es el elegido para hacer de Estados Unidos una nación más grande.
“Empezó la era dorada”, en un país donde solo hay “género masculino y femenino”, arengó Donald Trump en el discurso de investidura.
Ante una audiencia republicana estadounidense, que una y otra vez se ponían de pie para ovacionarlo, ante el silencio, sentados, de los ex presidentes demócratas y del republicano George Bush, se erigió la figura de un presidente que tiene el control del Senado y de la Cámara de Representantes.
Republicanos y morenistas tienen algo en común: endiosar a los populistas mesiánicos, ambos autonombrados los “mejores presidentes en la historia” de sus respectivas naciones: México y Estados Unidos.
Sí, muy parecidos, AMLO, el “amigo” de Trump, el presidente mexicano que a las órdenes del mandatario estadounidense envió a 20 mil militares para impedir la migración a la Unión Americana procedente del Caribe, del Centro y Sudamérica.
Donald Trump le aplica la misma medida a México sellando la frontera con la presencia de elementos de las fuerzas armadas de EU, perseguirá con fines de deportación a “millones y millones” de migrantes, a los que calificó de “delincuentes” en campaña y al juramentar el cargo como presidente.
Una vez declarado presidente 47 de los Estados Unidos, abrió fuego contra México y el resto del continente al anunciar la deportación de migrantes, eliminar la app CBP One para la entrada legal de migrantes.
El antimexicanismo de Trump se extendió contra los cárteles de la droga a los que clasificó como organizaciones terroristas internacionales -incluidas las organizaciones criminales de Venezuela y Colombia-.
Trump reiteró la aplicación de aranceles –el 25% a México y Canadá a partir de 1 de febrero– para incrementar las tributaciones a las empresas extranjeras, principalmente la automotriz, para que EU sea más rico.
Retumbó en el Capitolio la orden ejecutiva del presidente republicano de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de Estados Unidos; así como recuperar para EU el Canal de Panamá, con el argumento de que es operado por “los chinos”, no por los panameños.
Es el presidente de EU, Donald Trump, el que se ha propuesto en la nueva “era dorada de EU” ganar la competencia espacial para llegar al planeta Marte, con esas ínfulas egocentristas, narcisistas, ególatras… que quiere dominar el mundo, y ha empezado con México y la zona continental.
A diferencia de la alianza de Trump con López Obrador,cuando ambos eran “amigos” los presidentes de sus respectivos países, en su regreso a la Casa Blanca, el presidente de EU va con todo contra México con un gobierno de Claudia Sheinbaum que ha demostrado ser timorato.
