Con Andrés Manuel fue el atraco de 40 mil millones de pesos de los ahorros de las familias de trabajadores de más de 70 años que cotizaron en los fondos de pensión de las afores. En el Segundo Piso de la 4T, con el Partido-Estado de Claudia Sheimbaum Pardo, van por los 2.4 billones de pesos de los fondos en las subcuentas de vivienda de los trabajadores en el Infonavit.
En el primer caso, esos 40 mil millones de pesos los utilizó el presidente López Obrador de los fondos pasivos en las afores para respaldar la campaña electoral presidencial.
Se trato del dinero sustraído a los pensionados de más de 70 años para pagar una jubilación con el 100% del último sueldo a trabajadores en edad de jubilarse, creó así Fondo de Pensiones Bienestar, para personas con menores ingresos salariales.
El político tabasqueño siempre negó se haya tratado de una “expropiación” o “saqueo” de los fondos que les corresponde a familiares de trabajadores que cotizaron en su afore durante su vida laboral activa.
Se consumó el atraco gubernamental, ante la indolencia y la sumisión cómplice de sindicatos de las federaciones sindicales oficiales corruptas del PRI, replegadas ahora con el gobierno de Morena; así como centrales obreras independientes como la UNT, abyectas a la 4T.
En el Segundo Piso de la 4T, que equivale a la ampliación del mandato de AMLO en el gobierno de Claudia Sheinbaum, con el hombre de las confianzas de López Obrador -autor de la quiebra de Pemex- Octavio Romero, ahora va tras los 2.4 billones pesos del fondo del Infonavit.
Nuevamente justifican la reforma a la Ley del Infonavit por el argumento de la presunta existencia de actos de corrupción de empresas constructoras.
Empero tanto la presidenta como el “destroyer” Octavio Romero, omitieron referirse a su purificado aliado oaxaqueño, el cara dura del exgobernador Alejandro Murat, señalado por el desvío de 5 mil mdp cuando fue director del Infonavit, con Peña Nieto.
Con el control absoluto de las cámaras de diputados y senadores, el gobierno de la 4T, como es la tendencia de centralizarlo todo y darle más poder a la Presidenta, acotarán en la reforma a la ley del Infonavit el criterio tripartido en el consejo de administración y la asamblea general, donde han cohabitado gobierno, sindicatos y empresas.
De esta manera le dan facultades de control al director general Octavio Romero de los comités estratégicos de Contraloría y Vigilancia, y la designación del director general será facultad exclusiva del titular del Ejecutivo federal.
Acicateados por las deudas -déficit fiscal- heredades por los costos de las obras faraónicas de López Obrador, diseñaron como fachada para acceder a los 2.4 billones de pesos del fondo de los trabajadores, el proyecto de vivienda de renta con opción a comprar y hacer del Infonavit una “constructora grandotota” -como la farmaciotota- para poder meterle mano al dinero.
Existe el riesgo de perder “todo” el dinero ahorrado por los trabajadores en las subcuentas de vivienda, en manos de Octavo Romero, el “rey midas al revés”, y de principio las cuentas individuales de vivienda de los trabajadores perderán los rendimientos.
En el Segundo Piso de la 4T, a pie juntillas, acatan los mandatos de AMLO en su séptimo año de gobierno, primero el atraco a las pensiones, y ahora van tras los 2.4 billones de pesos de fondos de los trabajadores en el Infonavit.
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