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PRI no hizo campaña ni tuvo representantes en casillas

Nada personal/Pablo Ruiz Meza

Los priistas Néstor Camarillo Medina y Alejandro Moreno Cárdenas abandonaron las campañas electorales locales en Puebla y la jornada comicial, como una contribución al triunfo de Morena. Para muestra, un botón: entregaron las casillas electorales al oficialismo, evitando nombrar a representantes de partidos en las mesas de votación, y en otros casos, los retiraron de las casillas.

Al Partido Acción Nacional le resultó muy cara la alianza electoral con el PRI, pese a que sabían de la alianza PRIMor en el estado para entregarles la gubernatura, el Congreso local y las alcaldías.

El PRI no contó con actas de votación de las casillas que le permitieran verificar e impugnar resultados en las mesas de votación, en los comités municipales y distritales, porque no tuvieron representantes.

Néstor Camarillo y Alejandro Moreno actuaron con toda premeditación, alevosía y ventaja para reventar la alianza opositora para favorecer a Morena.

El único ganador en el bloque opositor fue el PRI en las elecciones del 2 de junio al quedarse con las mejores posiciones de representación en las cámaras de Diputados y de Senadores.

Era tal la influencia del priismo en la coalición opositora, que los “asesores” de cabecera del candidato a la gubernatura, Eduardo Rivera Pérez, eran prominentes priistas que lo guiaron a la senda de la rotunda derrota.

El recuento anterior es parte del testimonio de integrantes del primer círculo panista que han cuestionado con severidad los términos del acuerdo aliancista con el PRI, y las torpezas que se cometieron durante la campaña, y en el día “D” que culminó con la peor derrota electoral.

Los operadores electorales panistas siguieron la misma ruta de sus aliados, y bajo la conducción de Augusta Díaz de Rivera, “Tití”, la dirigencia estatal del PAN designó a diestra y siniestra a representes de casilla seleccionados arbitrariamente del padrón de militantes.

Además de no ser avisados los militantes del PAN de haber sido designado como representantes de casilla, los encargados de la operación electoral empezaron a sustituir a los representantes en las mesas de votación.

Lamentablemente el tiempo se les vino encima y no concluyeron las sustituciones ni lograron que los designados cumplieran con su función en las casillas de votación, dejando la votación bajo el control de los representantes de Morena y partidos aliados.

Fue demasiado tarde para los panistas porque fueron abandonados por el PRI, quien omitió designarlos, mientras que la estructura electoral del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se contaba con los dedos, reducido a las familias de los dirigentes y los candidatos.

En estas condiciones, como ocurrió en las elecciones del viejo PRI, los operadores electorales de Morena y partidos aliados se despacharon con la “cuchara grande” en las mesas de votación en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

Operaron a favor de Morena los expertos expriistas en la alquimia pura y la mapachería, que amplió, para asombro de los propios morenistas, los márgenes de votación en los triunfos del oficialismo en los comicios federales y locales.

Lo que quedó del PRI en Puebla, los dueños de la franquicia, ni sufren ni se acongojan con los resultados el 2 de junio, porque ellos cumplieron con su parte para darle esa victoria avasallante a Morena.

A nadie debería extrañar el comportamiento de agandalle del líder nacional del PRI, Alejando Moreno Cárdenas, para apoderarse de un partido moribundo que representa una bolsa de miles de millones de pesos como una franquicia nacional y en los respectivos estados.

X@pabl_ruiz

Face: Pablo Ruiz Meza

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