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Morena: el monstruo de mil cabezas; regresan marinistas

Nada personal/Pablo Ruiz Meza

Las dos principales coaliciones electorales afinaron los últimos detalles de sus respectivos equipos de campaña. Morena, PVEM, PT de “Seguimos haciendo historia”: y el PAN, PRI y PRD de “Mejor Rumbo para Puebla”, se disputarán la gubernatura, el Congreso local y los 217 ayuntamientos.

Alejandro Armenta Mier, candidato oficialista a la gubernatura, presentó al “dream team”, una mezcla de obradoristas (fundadores), morenistas y priistas conversos.

Predominan en el equipo de campaña, empezando por el abanderado a la gubernatura, exsecretario del gabinete estatal del gobierno de Mario Marín Torres.

Una pieza clave del marinismo es el actual “estratega” de la campaña de Armenta, el exdirector de Comunicación Social del gobierno marinista, Javier Sánchez Galicia.

Uno de los principales méritos de Sánchez Galicia fue que saliera medianamente librado Marín Torres de la crisis política y mediática generada por el caso Lydia Cacho, pero que contrastó con la derrota de 2010 con el entonces candidato Javier López Zavala.

Otro de los “fichajes” del candidato Armenta es Alberto Jiménez Merino, exsecretario de Agricultura en ese sexenio, y excandidato a gobernador en las elecciones extraordinarias de 2019.

Justo en marzo, hace cinco años, el llamado “góber precioso”, reapareció en primera fila del evento priista en San Andrés Cholula donde Alberto Jiménez Merino tomó protesta como candidato del PRI a gobernador de Puebla; uno de los suyos fue el abanderado.

En este 2024 reaparecen otros priistas connotados del marinismo, como los expriistas Silvia Tanús, la exdiputada local Claudia Hernández, el exdelegado de la Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet; Lauro Sánchez López, Jesús Morales, Germán Sierra, Víctor Gabriel Chedraui y Francisco Ramos, entre otros.

Todos estos personajes del sexenio marinista, sumados “morenovallistas” como Mario Rincón y Fernando Manzanilla, entre otros, se pueden perfilar como futuros integrantes de la burocracia dorada, de ganar las elecciones Armenta Mier.

Trascendió que sería presentado como parte del equipo del exasesor de imagen y comunicación del extinto gobernador Rafael Moreno Valle, pero no ocurrió así, lo que no significa no esté en el grupo de operadores del candidato de Morena y del partido oficialista desde hace meses.

Con el regreso del primer círculo del marinismo en pleno, sumaron a políticos de medio pelo del PRD, ligados a Miguel Barbosa, y a fundadores del obradorismo como Abraham Quiroz, como una especie de asesor político de compañía del candidato a gobernador.

De los obradoristas con mayor experiencia electoral y de construcción de partido que se suma a la campaña como coordinador metropolitano es Gabriel Biestro, con una larga experiencia en trabajo a ras de piso.

Mientras la cargada y la “bufalada” está con el abanderado de Morena a la gubernatura, en el llamado frente opositor reagrupan fuerzas, con la presencia de dirigentes nacionales como fue el caso de Alejandro Moreno Cárdenas.

Se acabaron los viejos tiempos en el PRI de la pasarela de exgobernadores, los que viven, Guillermo Jiménez Morales, por ejemplo, está alejado de la vida política activa; Melquiades Morales, apoyando a su hijo Fernando, como abanderado de MC, o Mariano Piña Olaya, con un pie en Morena. 

Con un partido desfondado, el PRI es la parte más débil de la coalición “Mejor Rumbo para Puebla”, lo que lo convierten en un partido de membrete, porque el grueso de los militantes se mudó a Morena desde 2016 a la fecha.

El PAN, lejos de ser una fortaleza para el frente opositor, se ha convertido en un lastre para la campaña de Eduardo Rivera Pérez, como cabeza del neopanismo poblano, que se ha quedado solo, con un equipo de colaboradores que no tiene ni pies ni cabeza.

Repartido el “pastel” de las candidaturas opositoras entre familiares y amigos del PAN, PRI, PRD y PSI, los opositores no tienen futuro como una fuerza política que le dé la batalla al monstruo de mil cabezas que es Morena.

Si PRI y PAN están debilitados, la coalición con el PRD y PSI es simplemente inservible porque los candidatos son los familiares y amigos de las cúpulas partidistas.

Si en Coahuila exhibieron el convenio firmado para repartirse hasta notarías públicas, en Puebla las cúpulas del PAN, PRI, PRD y PSI se repartieron las candidaturas para los familiares y amigos, lo que se reflejará en la peor votación en las elecciones locales del 2 de junio.

Face: Pablo Ruiz Meza

E-mail: pabloruiz91516@gmail.com