Aunque Emilio Salgado Néstor, líder del Partido Nueva Alianza (Panal) ya no está al frente de la Sección 23 del SNTE, pero su presencia se ve y siente en el magisterio poblano.
Procedente del estado de Guerrero, Salgado llegó con una idea fija: a hacer fortuna al estado.
En 1986 inició estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Más tarde ingresó a la Escuela Normal Superior Federalizada y luego se incorporó como profesor de telesecundarias.
En el VI Congreso de la Sección 23 del SNTE, fue electo secretario General del Comité Ejecutivo Jesús Huerta Carrera y como secretario de Trabajo y Conflictos de Educación Básica, Jorge Rodríguez Méndez.
Es en esta coyuntura cuando Emilio Salgado había sido profesor de Telesecundarias en la Zona Escolar No. 11 con cabecera oficial en Cholula y se incorporó al Comité Ejecutivo Seccional como coordinador de oficina de la Secretaria de Educación Básica en el nivel de telesecundarias, lo cual le permitió tejer sus redes para continuar en la Sección 23.
Durante el periodo 2004-2008 en el que Jorge Rodríguez Méndez funge como secretario General de la Sección 23 del SNTE, Salgado Néstor ocupó la Secretaría de Trabajo y Conflictos de Telesecundarias, que le da la oportunidad para hacer de la educación un negocio redituable para él y su familia.
Desde ese cargo sindical se le abrieron las puertas para un guerrerense con sueños de grandeza, y empezó a cometer abusos de poder que irritó a los maestros.
Con el poder sindical, Salgado se asignó una clave directiva, pues la que tenía era sólo de maestro de telesecundarias equivalente a 30 horas/semana/mes; por lo que se adjudicó (sin escalafón ni concurso) una que era de 48 horas/semana/mes, en el nivel mejor pagado.
Y ya como secretario General, también se otorgó una clave se supervisor escolar (sin concurso); cabe señalar que la de director nunca la trabajó, y la de supervisor tampoco la trabaja, con la anuencia de la SEP.
Hizo su aparición el nepotismo cuando benefició a su esposa Francisca Tapia Cielo, canjeándole su plaza de nivel de preescolar por una de telesecundarias, misma que nunca ejerció, pero sí la cobró.
Salgado inscribió a Tapia Cielo a la zona escolar de la cual era supervisor Ramiro Lara y la mantuvo sin trabajar firmando el control de asistencia periódicamente, de acuerdo a testimonio de maestros.
No conforme con eso, con la reforma educativa en el sexenio de Enrique Peña Nieto, hizo a su cónyuge directora del nivel de telesecundarias (sin ninguna experiencia laboral) en una escuela de la zona 011 de Cholula donde Salgado presumía tener el control.
De esa manera, sin trabajar, la benefició en un tiempo récord, pasando de una plaza de 20 horas a una de 48 horas; eran los privilegios de tener un cargo en el Comité Ejecutivo Seccional.
Las prácticas de nepotismo se extendieron para beneficiar a sobrinos políticos: Fernando y Jesús Ramírez Cielo, a quienes los premió con claves administrativas cuando éstas eran muy escasas.
A Fernando lo comisionó como su chofer particular durante varios años y en el periodo en el que Alejandro Ariza Alonso fue secretario General, Emilio Salgado propuso a su sobrino político para integrarse en una comisión en el Comité Ejecutivo Seccional.
Alguien más de la familia a quien benefició de gran manera fue a su concuño (ya fallecido): Jesús del Carmen Herrera García.
Cuando Emilio Salgado estuvo en la secretaría de Telesecundarias, Jesús del Carmen hacía los trámites para que profesoras o profesores fueran contratadas o contratados en el nivel de telesecundarias, incluso en otros niveles, mediante respectivos pagos.
Se convirtió así en el corredor de plazas estrella, a quien Emilio le brindó toda su confianza, y gozó de las “utilidades”.
Como secretario general, esta práctica continuó, y sobresale el asunto Lorena Piedra Campos, quien llegó comisionada por Emilio Salgado Néstor al Fondo de Ahorro y Crédito, con una plaza de telesecundarias.
A término de su gestión, Emilio Salgado la premió con una plaza de Nivel Superior Titular C tiempo completo, la clave más alta y mejor pagada en el sector educativo.
Salgado cobró bien las facturas que le debían; Alejandro Ariza Alonso fue secretario General de la Sección 23 del SNTE, gracias a Salgado Néstor, todos lo saben, y gracias a esto pudo integrar en ese Comité a su cuñada Yolanda Tapia Cielo.
La influencia de Salgado Néstor se extendió a la actualidad al tener una importante influencia en el Comité de José Luis González Morales, a quien apoyó, logrando integrar a su cuñada Tapia Cielo, ahora como responsable del Fondo de Ahorro y Crédito (FAC), con acceso a recursos financieros del que no se rinde cuentas a los agremiados del SNTE.
A Emilio Salgado, líder estatal del Partido Nueva Alianza, es acusado de prácticas de nepotismo como dirigente de la Sección 23 del SNTE, de tráfico plazas y cambios de adscripción, sin importarle que maestras y maestros con méritos y derechos fueran ignorados.
Pesa sobre el dirigente estatal del Panal acusaciones de enriquecimiento por el tráfico de plazas, modus vivendi que utiliza en el control del Panal, ahora como aliado del partido oficialista Morena, lo que contradice los principios obradoristas de “no mentir y no robar”.