La relación del PRI con Morena pasa por su mejor momento en Puebla al pasar de una relación de adhesión, a un vínculo orgánico. Una de las máximas expresiones de lo que hoy se conoce como PRIMor, ocurre con el llamado sindicalismo oficial, el “charro”, que fue el sector obrero del PRI, el brazo corporativo.
En Puebla dio el primer paso de adhesión a Morena el dirigente estatal de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Leobardo Soto Martínez.
Soto Martínez es heredero por línea paterna del charrismo sindical en Lara Grajales: Salomón Soto.
Fue un entusiasta participante de la marcha de desagravio convocada por el entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta, contra la realizada por las agrupaciones cívicas de la llamada “ola rosa”.
Convertido un “solado” de Morena, a cambio de no perder las canonjías del poderoso sindicato de transportistas en el sector de la construcción, se alineó para levantarle la mano a Julio Huerta Gómez, como el aspirante del oficialismo.
A esta vergonzosa alianza de Morena con el sector obrero del PRI, el partido gobernante autoproclamado de “izquierda”, le escupe a la cara a los líderes histórico del movimiento obrero: Valentín Campa y Demetrio Vallejo, por citar a dos más importantes.
Nutrido del priismo, porque es el origen de Morena, empezando por su fundador, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ayer el vitalicio “líder charro” Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm), Víctor Manuel Carreto Pacheco, se sumó a la cargada a favor de Alejandro Armenta.
Desmemoriados como los son los poquitos militantes de “izquierda” y los fundadores del movimiento obradorista, olvida el papel de esquirol de Carreto, en el golpe contra el movimiento sindical democratizador encabezado por Rafael Galván Maldonado, de la Tendencia Democrática del Suterm.
El SUTERM surgió como un ejemplar sindicato que tras un duro golpe del charrismo tuvo que crear una fracción llamada Tendencia Democrática, que retomaba los principios fundadores autónomos con enfoque de clase.
El charro sindical del Suterm comprometió la voluntad colectica de cinco mil trabajadores electricistas a favor del candidato a gobernador del estado, Alejandro Armenta Mier, y de la candidata presidencial.
Lo que se configura como un delito electoral, al viejo estilo del PRI de robo urnas y presión a los votantes de manera corporativa, Carreto Pacheco anunció que someterá a consulta de los casi cinco mil trabajadores de la CFE que conforman la sección 92, para en conjunto apoyen a Morena y a sus candidatos en las elecciones locales y federales del 2 de junio.
La dirigencia estatal del Morena, controlada por los ex priistas oficialistas en el gobierno, difícilmente podrá deslindarse de este tipo de adhesiones de charros sindicales corporativistas de la CTM, en la medida que Morena se ha descarado al mostrar su esencia tricolor.
En Morena están huérfanos de memoria histórica, y también de progenitora, porque no tienen madre al sumar a figuras del charrismo sindical priista en Morena, con el afán de ganar las elecciones del 2 de junio.