El presunto pleito de Alejandro “Alito” Moreno y Néstor Camarillo, lideres nacional y estatal del PRI, respectivamente, contra Jorge Estefan, es una pelea más arreglada que las de promotor boxístico Don King.
De visita en Puebla para cumplir con el ritual de levantarle la mano al panista Eduardo Rivera Pérez como su candidato a la gubernatura, el político campechano habló como “sorprendido” de la actuación del Estefan Chidiac, en su relación con el gobernador Sergio Céspedes y con Morena.
El líder nacional de PRI se dio golpes de pechos y se muestra “agraviado” por los enjuagues políticos de Jorge Estefan, cuando se trata de acciones de cogobierno del priismo poblano con Morena, avalado por el campechano.
Histriónico, Moreno Cárdenas se mostró “ofendido” por la actuación de su hombre de confianza en el PRI, y para lograr la simulación, espetó al integrante de la “Liga Árabe” todo tipo de insultos.
Lanzo adjetivos calificativos a Estefan Chidiac, tales como “bola de cínicos”, “sinvergüenzas”, “lacayos” y “lambebotas”; al dirigente nacional priista “le salía sangre por la boca”.
“Su molestia (de Jorge Estefan Chidiac) es porque una vez más quería estar en las candidaturas, sin dar un solo golpe. Qué padre, candidatos en el PRI, pero trabajándole al gobernador y a Morena”, le recriminó como si todos estos meses el coordinador de la bancada de mandara solo.
“Alito” Moreno reiteró lo anunciado por Néstor Camarillo: que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria revisará la expulsión de esos personajes que “ni enfrente los quieren”.
Es tal la simulación de los dirigentes priistas, nacional y estatal, en el pleito arreglado con el promotor de la defección en bloque de diputados, que pretende “sorprender” con la expulsión de quienes ya han abandonado las filas del PRI para lanzarse a los brazos de Morena.
“Esos que son los campeones mundiales de las plurinominales y que no hacen trabajo en el partido, que quieren hacerle el servicio al gobierno, declaró Moreno Cárdenas al quien se le debe reconocer sus habilidades actorales.
Néstor Camarillo, el todavía presidente del CDE, y diputado solitario del PRI en el Congres del Estado, desde muy temprano y en la tarde del “lunes negro”, se unión al reparto actoral de la simulación, con el mismo libreto utilizado por su tutor político “Alito” Moreno.
En otros discurso histriónico, arremetió contra Estefan Chidiac y sus compañeros de bancada: “quienes son desleales y traidores abandonan el Partido y aquí les decimos: ya no los queremos en el PRI, que se vayan” (…) y si hay tantita dignidad, que dejen sus cargos y que dejen a los suplentes que también son priistas”. Fue el llamado a misa de virtual candidato al Senado.
Quien debería tener un poco de vergüenza es Néstor Camarillo, porque siendo diputado local y dirigente estatal del PRI, no tenía control político sobre ellos, por la simple razón de quien mandaba en la bancada en el Congreso local y quien tenía en control era Jorge Estefan Chidiac.
Chidiac hace como que se va del PRI junto con cuatro diputados de la bancada; el líder estatal Néstor Camarillo se hizo como el “traicionado” y ofendido, y “Alito” Morales se mostró como “agraviado”, para completar la escena de la simulación, cuando se trata de un plan maquinado.