El extinto gobernador Miguel Barbosa Huerta emprendió una persecución política y fiscal en mi contra, ejecutada mediáticamente a través de Verónica Vélez Macuil, otrora jefa de prensa del estado, denunció José Juan Espinosa, el llamado “niño naranja”. El ex alcalde de San Pedro Cholula y ex diputado local informó que luego de un exilio obligado de tres años por la persecución en su contra, regresa a Puebla con la frente en alto y mirar de frente para denunciar judicialmente a quienes los persiguieron.
“Fueron tres años lejos de la vida pública, lejos de casa y lejos de Puebla, resultado de un periodo gris y muy perverso en lo que fue el ejercicio del poder público en el estado de Puebla. El tiempo nos dio la razón y aquí estamos con la frente en alto, mirándolos a los ojos porque no tenemos nada que ocultar y nada de que avergonzarnos”, manifestó en una conferencia de prensa.
Explicó que fue en diciembre de 2020 “cuando ya no puede regresar a Puebla, yo estaba en México (sic) cuando fui advertido de toda una confabulación desde el poder, donde participó un fiscal especial”.
Desde esa fecha, denunció, “también fui advertido que desde la Secretaría de Seguridad Pública tenían un plan para encerrarme y callarme”.
Afirmó que el gobierno morenista de Miguel Barbosa usó todo el aparato de estado, desde la Secretaría Finanzas, para perseguir y auditar a todos sus familiares, pero también, aseguró que se usó el área de Comunicación Social a cargo de Verónica Vélez Macuil, para afectarlo mediante una perversa estrategia que se extendió hasta su llegada al Congreso del Estado.
Espinosa Torres aclaró que no emprendió nuinguna acción judicial en contra de la actual Legislatura del Congreso del Estado, pero no así a la mesa directiva y a la legisladora que promovió y ejecutó su exclusión como representante popular.
informó que una vez que el Órgano Interno de Control del Congreso del Estado, responda la denuncia que presentó por las irregularidades que se cometieron en su contra, presentará otra acusación ante la Fiscalía General de la República (FGR) por acciones simuladas ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Acusó que su salario fue cobrado, así como el concepto de apoyo parlamentario, cantidad que asciende a más de 1 millón de pesos. No obstante, dijo desconocer el destino de este dinero.
Recordó que desde el Gobierno del Estado -que encabezó Miguel Barbosa Huerta- se violentó el sueño de alcanzar un estado con libertades, además de que se afectó el bolsillo de las y los poblanos con la renovación de placas.
Espinosa Torres señaló que, en su momento, como diputado local advirtió sobre los errores en el nombramiento de funcionarias y funcionarios en el gabinete barbosista, al cual calificó como el más corrupto en la historia reciente de Puebla.
También hizo mención sobre el nombramiento de personajes, entre ellos, el ahora ex titular de la Auditoría Superior del Estado, Francisco Romero Serrano, así como de la también ex titular de la Secretaría de Finanzas, Teresa Castro Corro, que carecían de los requisitos requeridos por el mismo Poder Legislativo Local para desempeñar un buen papel.
Sobre este último ejemplo, Espinosa cuestionó sobre el hoyo financiero de más de 700 millones de pesos.