Por lo menos en este decreto presidencial, no existe ni por asomo ningún proyecto ferroviario para Puebla en sus conexiones con CdMx, Tlaxcala u otros estados. La especie del presunto proyecto ya sirvió po lo menos para la campaña promocional y la propaganda de gobernantes, aspirantes a cargos de elección popular y dirigentes de la Morena.
El megaproyecto del plan ferroviario de Ciudad de México a Puebla fue uno de los proyectos de salivazo de la “corcholata” presidencial y de sus fieles promotores, como si se trata de una propuesta propia y revolucionada de la 4T; nada más falso.
Acostumbrados a vivir del refrito de lo hecho por otros gobiernos, porque ni en los cuatro años de administración de Miguel Barbosa y los dos años del sustituto Sergio Salomón Céspedes, o el trienio de Claudia Rivera, no se le conoce una obra emblemática, ni una básica.
Enemigos y críticos de las obras presuntamente “faraónicas” que tanto cuestionaron a gobiernos anterior, lo que han hecho los gobierno de la 4T es presumir con sombrero ajeno al rehabilitar obras y servicios que realizados gobiernos como el morenovallista.
Sin mayor proyecto de trascendencia, los gobierno morenistas de pronto se vieron iluminados y desempolvaron de un gobierno priista el proyecto del Tren Puebla-Ciudad de México, mismo que fue solo mencionado como una opción de movilidad durante el gobierno de Melquiades Morales Flores.
El proyecto ferroviario se desecho en aquella época por altamente costos para las finanzas de federales y estatales, en tanto que inversionistas como los chinos, solo fue una ocurrencia, porque ningún capital extranjero levantó la mano, por inviable, técnica y financieramente.
Este plan se lo vendieron a la llamada “corcholata” presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, en una de sus visitas proselitistas a Puebla, y como prometer no empobrece, lo mencionó para la arenga electoral y política.
Lo mismo ocurrió con el gobierno de la 4T con la red ferroviaria par Puebla y Tlaxcala, una ocurrencia más del gobierno local, sin pies ni cabeza en las estrategias de movilidad urbana en la zona metropolitana de Puebla-Tlaxcala.
Por lo menos para el ejercicio fiscal 2024, Puebla no figura en ninguno de los proyectos ferroviarios presidenciales publicados este 20 de noviembre como decreto en el Diario Oficial de la Federación, para restituir el servicio de pasajeros ferroviario cancelado en el sexenio de Ernesto Zedillo.
De acuerdo al decreto presidencial y a lo reiterado por el presidente López Obrador durante su discurso con motivo del 113 aniversario del inicio de la revolución mexicana, son siete las primeras siete rutas que se concesionarán.
Se trata del tren México-Veracruz-Coatzacoalcos: el tren Interurbano AIFA-Pachuca; el México-Querétaro-León-Aguascalientes; Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato; México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo; México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Mazatlán-Nogales y el Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez.
La regulación del servicio público de transporte ferroviario de carga y de pasajeros, así como la implementación del este decreto, estará a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, especifica el decreto.
Los interesados deberán presentar sus propuestas ante la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes a más tardar el 15 de enero de 2024.
En caso de que ningún particular esté interesado en la concesión para echar a andar la red ferroviaria, el gobierno de la república lo entregará a las fuerzas armadas, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o a la Secretaría de Marina, que ya operan el Tren Maya y el Tren del Istmo de Tehuantepec.
Como puede comprobarse, por lo menos en este primer paquete presidencial, al entrar al sexto año de gobierno, Puebla no esta considerado en ningún proyecto de red ferroviaria, lo que no significa que no vuelva a ser usado como propaganda por Morena en la elección presidencial.