El vaso medio lleno o medio vacío, es la pregunta obligada a la resolución del consejo estatal de Morena que eligió a mano alzada las duplas paritarias de aspirantes a la candidatura a gobernador. El grupo político de Morena que gobierna el estado era muy previsible tendiendo el control de esta instancia de gobierno partidista donde apuntalaron a Julio Huerta Gómez y a Olivia Salomón.
Para completar la otra dupla hicieron lo propio para posicionar a la petista Lizeth Sánchez, pero el morenista no contemplado fue Ignacio Mier Velazco, quien superó con nueve votos a Rodrigo Abdala, quien estaba mas que apuntalado para ser la otra propuesta.
Definidas las duplas paritarias de dos hombres y dos mujeres por el consejo estatal, ahora la sorpresa la podría dar el Consejo Nacional de Elecciones.
De acuerdo a la convocatoria, la dirigencia nacional tiene la potestad de proponer dos o cuatro propuestas paritarias más, donde el más interesado es el senador Alejandro Armenta Mier, quien solo obtuvo seis votos de consejeros.
La Comisión Nacional de Elecciones no tendrá mayor problema si combina los escasos apoyos que tuvieron los seleccionados por el consejo estatal entre los 27 registrados, y con base al resultado de la encuesta de reconocimiento.
Si la cúpula nacional morenista no quiere complicarse la elección interna en Puebla, contraviniendo la opinión de la virtual candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, debería cuidar a quién incluye en las encuestas, a parte de los designados por los consejeros.
De acuerdo a los votos obtenidos por los seleccionados, optaría por subir a Rodrigo Abdala y a Alejandro Armenta Mier, éste último con apenas seis votos, pero con el respaldo millonarios en propaganda de priistas en el estado.
Aunque con una baja votación, para la cuota de género optarían por la ex alcaldesa Claudia Rivera Vivanco y la segunda entre la diputada Julieta Wences, ligada al grupo de Armenta, o Rosario Orozco, la viuda de Miguel Barbosa.
La Comisión Nacional de Elecciones y la cúpula de Morena le estarían apostando a una crisis interna de unidad con una propuesta de esa naturaleza, es decir, con ocho aspirantes a la nominación: cuatro hombres y cuatro mujeres.
Una consulta en las encuestas de los ocho como ocurrió con las “corcholatas” presidenciales, generaría una verdadera polarización entre las estructuras de los tres principales contendientes: Julio Huerta, Ignacio Mier y Alejandro Armenta.
Las mujeres propuestas por el consejo estatal no son competitivas, Olivia Salomón y Lizeth Sánchez, ni dentro de Morena ni frente a los partidos de oposición.
Difícilmente en las encuestas tendrían un buen respaldo debido a los negativos en contra las otras dos propuesta de género: Claudia Rivera y Rosario Orozco, o Julieta Wences, si fuera el caso.
Difícilmente el grupo político de Morena en el gobierno estatal dejarían la oportunidad de cederle la candidatura a alguno de los primos Mier, Ignacio o Alejandro, que no se la jugaron ni operaron a favor de Claudia Sheinbaum, como si lo hicieron los huertistas y los “salomónicos” (el gobernador).
Morena y Sheinbaum jugarían un proceso muy peligroso porque un virtual triunfo de Ignacio o Alejandro, sería un golpe para la base social de Sheinbaum construida por el grupo morenista en el gobierno estatal y coordinada por su principal carta, el ex secretario de Gobernación, Julio Huerta.