Lo que aparentemente fue una entrega voluntaria, para los hermanos Luis Alberto N y Francisco Rodolfo N se convirtió en la cumplimentación de orden de aprehensión en su contra por participar en la golpiza salvaje al estudiante Ernesto Calderón, junto con otros cuatro, prófugos de la justicia.
Luego de ser puestos a disposición de una jueza por la Fiscalía General, éste determinó vincularlos a proceso con prisión preventiva, y fueron remitidos al penal estatal de San Miguel.
Los presuntos responsables fueron vinculados a proceso por los delitos de lesiones calificadas en agravio, así como por discriminación en agravio de la propia víctima y dos de sus amigos a quienes llamaron “nacos” y arrojarles una cerveza.
En el Registro Nacional de Detenciones aparece que la Fiscalía los aprehendió en inmediaciones del edificio, no que se entregaron de manera voluntaria como se había dado a conocer por la misma Fiscalía General.
Los detenidos proporcionaron ante las autoridades cuatro domicilios distintos, por lo que no pudieron acreditar el beneficio del arraigo domiciliario para llevar su proceso en libertad.
El resto de los copartícipes en la agresión contra Ernesto Calderón continúan prófugos de la justicia, originarios del estado de Hidalgo, contra quienes se ha emitido la ficha roja para evitar huyan al extranjero.
