La cámara de diputados controlada por los legisladores de Morena y de partidos aliados como el PT, PVEM y PES “mataron” al Insabi, al desaparecerlo.
Se trata literalmente de un “Insabi-cidio” del “hijo” malogrado del gobierno de la Cuarta Transformación; así como le dio vida, “mató” el programa de salud al ser un rotundo fracaso.
Con la promesa de alcanzar para México los estándares de calidad de los servicios de salud como en Dinamarca, el régimen de la 4T destruyó uno de los programas de salud más exitoso: el Seguro Popular.
Con el sobado discurso y la narrativa de que todo lo anterior fue corrupto, conservador y neoliberal, destruyeron hasta los cimientos del Seguro Popular, para dar paso al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el mayor fracaso sexenal en materia de salud pública.
Hospitales en franco deterioro en su infraestructura y calidad de servicios, escamoteo de medicamentos para niños con cáncer, escasez de cuadro básico de medicamentos… algunos de los ejemplos del fracaso.
Más de una familia mexicana extraña la cobertura y la calidad de los servicios médicos, las cirugías, atención hospitalaria y tratamientos proporcionados por el Seguro Popular.
No todo lo realizado por gobiernos anteriores fue malo, y sí existieran casos documentados de actos de presunta corrupción, debieron ser castigados los responsables, como ocurre en Segalmex, en la era de la 4T, donde se robaron $15 mil millones del dinero de los mexicanos.
Por el simple hecho de haberse implementado el programa del Seguro Popular en el gobierno panista de Vicente Fox Quesada, creado por el entonces secretario de Salud Frenk Mora, el gobierno de la Cuarta Transformación lo destruyó todo, dejando sin protección a la población.
A poco más de un año de concluir el sexenio lopezobradorista, con la promesa de ofrecer a los mexicanos los servicios de salud como en Dinamarca, el sistema danés de salud difícilmente será una realidad, no por lo menos en este gobierno, ni tampoco el IMSS-Bienestar es la panacea.
Lo menos que puede otorgarse al gobierno federal es el “beneficio de la duda” al éxito del programa IMSS-Bienestar que concentrará activos, recursos humanos, infraestructura hospitalaria y el presupuesto de los servicios de salud de los 32 estados.
Si la concentración del poder presupuestal y de los servicios de salud del IMSS-Bienestar es garantía de llegar a las estándares de calidad en los servicios de calidad como en Dinamarca, un país de primer mundo, qué empiecen por explicar los cómos.
Lo ocurrido ayer en la Cámara de Diputado fue el Insabi-cidio por la vía rápida del fracasado programa de salud del gobierno federal, sin nada a cambio, salvo la promesa de tener un sistema de salud del primer mundo.
L que hay hay son hospitales sin camas, con inundaciones en las temporadas de lluvias, con hacinamiento de pacientes hospitalizados, atención médica de tercer mundo y sin capacidad de atender emergencias como ocurrió con la demanda por la pandemia de covid-19.
IMSS-Bienestar, el programa “danés” de la 4T, a las que solo merce el beneficio de la duda, solo eso es mucho después del fracaso del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).