Al igual que en el resto del país, los delincuentes han impuesto la “ley del plomo” en amplios territorios bajo su dominio. Lo ocurrido con la agresión y desarme de policías estatales por parte de delincuentes en la junta auxiliar de San Salvador Chachapa, del municipio de Amozoc, ilustra muy bien como ha escalado el control de los delincuentes.
Amozoc en lo particular es un municipio gobernado por Mario de la Rosa, un ministro de culto de la Iglesia la Luz del Mundo que accedió al cargo como abanderado de los partidos de la 4T, alcalde que ha entregado prácticamente el territorio a la delincuencia.
Alrededor de las 15 horas del miércoles 22 un grupo de policías estatales realizaban un recorrido de vigilancia cuando fueron sorprendidos por un grupo numeroso de integrantes de la banda “Los González”.
Llegaron en coches compactos, camionetas y motocicletas portando armas de fuego, y de inmediato accionario sus armas de fuego para amedrentar a los uniformados, en las calles Manzano esquina con Durango en la Colonia El Arenal, en esa junta auxiliar.
Los policías estatales fueron atacados a pedradas, golpes y disparos, los sometieron y humillaron, para después despojarlos de sus armas de cargo calibre 9 milímetros.
A esa zona bajo el control de la delincuencia no ingresa a patrullar la Policía Municipal de Amozoc, porque es un territorio cedió, gracias a la estrategia de “los abrazos” y “no balazos” de la Cuarta Transformación.
TERRITORIO HUACHICOLERO
Esa región de la zona metropolitana está dominada por grupos delictivos peligrosos por su alta capacidad de fuego, relacionada con el robo de hidrocarburos en ductos de Pemex y a los asaltos carreteros en la autopista México-Puebla-Veracruz.
En esa misa zona, pero en Santa María Xonacapetec, una junta auxiliar de la ciudad capital, huachicoleros dispararon contra elementos de vigilancia de Pemex al ser sorprendidos en plena “ordeña” con una toma clandestina de un ducto de la empresa petrolera.
Alrededor de las 4:30 horas, también del miércoles 22, los elementos de seguridad de la paraestatal realizaban un patrullaje de vigilancia, y cuando circulaban a la altura de la calle Orquídeas un grupo de sujetos armados abrieron fuego contra ellos, pero repelieron la agresión.
Se trata de una prueba más no del sitio, sino del control de la delincuencia de puntos estratégicos del territorio poblano en manos de bandas delictivas que cometen delitos con todas las ventajas.
CÁRTELES CONTROLAN PORCIONES DE MÉXICO
En Washington, DC, bajo un intenso interrogatorio del senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, el secretario de Estado de la Unión Americana, Antony Blinken, reconoció, por primera vez, que los cárteles controlan porciones de México.
Dijo además qie la administración de Joe Biden consideraría designarlos como organizaciones terroristas foráneas.
Blinken reconoció que es probablemente el reto más importante que enfrenta Estados Unidos en este momento: las más de 70 mil muertes de ciudadanos estadounidenses al año por consumo de píldoras con fentanilo procedentes de México.
Caso Nuevo Laredo, Tamaulipas
La delincuencia organizada no solo controla amplios territorios en los estados, sino que impone su ley y lo mismo cometen delitos que juzgan y entregan a presuntos responsables.
Así ocurrió en Nuevo Laredo, Tamaulipas donde un grupo criminal secuestró a cuatro estadounidenses, a dos de ellos los asesinó, por una presunta confusión; fueron los delincuentes quienes entregaron a cinco sicarios como los presuntos responsables.
La delincuencia actúan como ministerio público y juez, al presuntamente hacer justicia, haciéndole el trabajo al Estado, para capturar a los responsables del secuestro y asesinato.
El Ministerio Público dio por buena la versión de los delincuentes y arrestó para procesar a los cinco delincuentes entregados por un grupo del crimen organizado.
Delincuencia ejecuta a “El Chueco”
Algo similar ocurrió con el fugitivo de la justicia del estado de Chihuahua, José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, el asesino de los padres jesuitas, un jugador de beisbol y un guía de turistas.
Ni las policías de Chihuahua, ni el Ejército o la Guardia Nacional había dado con el paradero de este delincuente por quien se había fijado un recompensa de 5 mdp.
Dieron con él los delincuentes al aparecer el cuerpo que tenía el agujero de un balazo en la cabeza y un rastro de 16 cartuchos de munición gastados a su alrededor.
El cadáver de “El Chueco” fue hallado entre las aldeas de El Chinal y Picachos, en lo alto de la sierra de Choix, en Sinaloa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó durante la conferencia mañanerta que los restos humanos son los del criminal.
Nuevamente es la delincuencia quien hace el trabajo del Estado, y lo hace porque la capacidad de la delincuencia supera la fuerza de las instituciones armadas y la capacidad de respuesta de las corporaciones policiales de los tres niveles de gobierno, en la medida que los delincuentes tienen el control.
