Las calles de la 12, 14 y 16 poniente, entre la 3 y 5 Norte, en el perímetro norte del Centro Histórico, es de facto la zona de tolerancia de la prostitución en la vía pública, el prostíbulo de la ciudad capital
Decenas de mujeres a quienes separan dos o tres metros de distancia ejercen la prostitución, ante la presencia de elementos de la Policía Municipal de la Secretaría de la Seguridad Ciudadana del gobierno de la ciudad capital.
A la llegada del gobierno municipal del alcalde aliancista Eduardo Rivera Pérez se abrió un debate público en los medios de comunicación respecto a la conveniencia de que se delimitará una “zona roja” para controlar la prostitución femenina y masculina, controlada por grupos delictivos.
Una de las promesas de campaña de Rivera Pérez fue limpiar el primer cuadro de la ciudad y el Centro Histórico de la presencia del comercio informal y de la prostitución en las calles del centro de la ciudad capital.
Fue parte de la campaña electoral con el eslogan de “corregir el rumbo” de la ciudad al criticar a su antecesora la morenista Claudia Rivera Vivanco de haber entregado el Centro Histórico a los ambulantes y a los grupos delictivos tratantes de personas.
Sin embargo las calles de la parte norte periférica del Centro Histórico ha sido objeto de un riguroso programa de reordenamiento del comercio informal, pero no así la prostitución.
La explotación sexual de mujeres persiste en la vía pública y en el horario vespertino se puede observar la intensa actividad de grupos de proxenetas controlando la prostitución de más de in centenar de mujeres.
La zona norte del perímetro del Centro Histórico se ha convertido en un gran prostíbulo tolerado por las autoridades reguladoras de la Secretaría de Gobernación Municipal y los policías preventivos.
Municipal y los policías preventivos.
La zona de tolerancia de la prostitución en vía pública en el corazón de la ciudad capital favorece la actividad de grupos delictivos relacionados con robos, asaltos, trata de personas y narcomenudeo, que convierte el lugar en un sector de alta inseguridad pública, ante el temor de la población.
