El pasado 11 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador condecoró con la Orden del Águila Azteca a su homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en un evento solemne en el estado de Campeche.
En los discursos oficiales protocolarios abundaron los elogios mutuos. López Obrador agradeció a Díaz-Canel “su aprecio por México y su interés en profundizar los vínculos bilaterales”, así como el envío de médicos.
El presidente cubano hizo lo propio: nuestro agradecimiento al presidente López Obrador por todas las muestras de solidaridad con Cuba en tiempos que hemos vivido muy difíciles en los últimos años”.
Pero los momentos difíciles la viven los cientos de cubanos que están en prisiones por el simple hecho de haber ejercido su derecho a reunirse y manifestarse en la isla.
La encarcelación y tortura de decenas de presos políticos al mes, la represión de su sociedad, la emigración masiva y el apoyo y soporte a Rusia e Irán marcan la identidad del régimen de Cuba.
De los 37 nuevos presos políticos en enero suman ya un total de mil 77 prisioneros políticos en Cuba, reporta el organismo “Prisoners Defenders” ante presentar su reporte ante el Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas (CAT).
El informe del Comité de los Derechos del Niño, este pasado junio, también confirmó que decenas de niñas y niños siguen condenados a durísimas penas por ejercer su libertad de manifestación y “asociación” acusándolos de sedición, entre otras barbaridades.
Pero los momentos difíciles la viven los cientos de cubanos que están en prisiones por el simple hecho de haber ejercido su derecho a reunirse y manifestarse en la isla.
La encarcelación y tortura de decenas de presos políticos al mes, la represión de su sociedad, la emigración masiva y el apoyo y soporte a Rusia e Irán marcan la identidad del régimen de Cuba.
De los 37 nuevos presos políticos en enero suman ya un total de mil 77 prisioneros políticos en Cuba, reporta el organismo “Prisoners Defenders” ante presentar su reporte ante el Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas (CAT).
El informe del Comité de los Derechos del Niño, este pasado junio, también confirmó que decenas de niñas y niños siguen condenados a durísimas penas por ejercer su libertad de manifestación y “asociación” acusándolos de sedición, entre otras barbaridades.
Dependencia orgánica absoluta de la jerarquía y los jueces del sistema penal respecto del poder político, amparada en la “Constitución” y las Leyes, ostentada esta atribución por el partido único que la “Constitución” de 2019 define como “la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado” en la única mención que hace de éste, y que se encuentra en manos de una familia desde el inicio de la “revolución”.
Procesos penales en los que todas acusaciones, sin excepción, se sustentan únicamente con “testigos” dependientes del partido comunista y que son articuladas con el fraudulento uso pruebas “periciales” permitidas únicamente al Ministerio de Interior, parte acusadora, que derivan en condenas basadas exclusivamente, por ejemplo, en la supuesta interpretación del olfato de animales (canes), sin que en ningún caso se permitan siquiera pruebas periciales alternativas a los acusados.
Procesos penales donde se criminalizan gravemente y persiguen sistemática y abiertamente un abanico interminable de derechos fundamentales, desde la libertad de expresión, manifestación o asociación, hasta la salida o entrada del país, la privacidad y otros muchos derechos que hacen imposible el normal desarrollo de la sociedad y un estado justificado de psicosis y pánico permanente de sus ciudadanos.
Uso de tipos delictivos del Código Penal que, por su naturaleza, amplitud, severidad e indeterminación normativa, permiten la criminalización sin límites de cualquier conducta que el régimen desee penalizar, y que ya han sido declarados inválidos por diferentes organismos de las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como los Desórdenes Públicos, la Desobediencia, el Desacato, el Atentado, la Resistencia, la Sedición, la Instigación a Delinquir, la Peligrosidad social predelictiva, o la Propagación de Epidemia.
Uso generalizado de procedimientos penales sumarios y abreviados violatorios, hasta el punto de amparar en su definición la ausencia de defensa, el derecho a la contradicción o la mera comunicación de la acusación a las víctimas, al igual que cualquier atisbo de igualdad de armas jurídicas entre las partes, como el procedimiento sumario por Atestado Directo, entre otros, y que permiten condenas firmes con privación de libertad en tan sólo cuestión de unas decenas de horas.
Con todas estas características procesales, además de los 11 mil condenados actuales con penas de 1 a 4 años por peligrosidad social predelictiva, es decir, sin delito alguno cometido ni en grado de tentativa, en un mecanismo de prevención de una supuesta “proclividad” a cometer delitos en el futuro.
Con cierre de datos a fecha 31 de enero de 2023, la lista de prisioneros políticos en Cuba contiene un total de mil 77 prisioneros políticos y de conciencia sufriendo condenas judiciales o disposiciones de limitación de libertad por parte de las fiscalías sin supervisión judicial alguna ni defensa jurídica.
Se trata de una flagrante violación de la ley internacional que ampara el debido proceso y la defensa efectiva, que cada mes hacemos pública y distribuimos en todos los ámbitos políticos, diplomáticos y de defensa de los derechos humanos. Sólo en los últimos 12 meses hemos confirmado y añadido a nuestra lista 388 nuevos prisioneros políticos nuevos.
Han entrado este mes de enero en nuestra lista 37 casos de prisioneros políticos nuevos, fundamentalmente en las protestas que tienen lugar a lo largo y ancho de todo el país, pero también por la persecución de sus opiniones en redes sociales, posiciones desafectas de la mal llamada “revolución” y defensa de los derechos humanos ante el régimen criminal de La Habana.
De nuestra lista actual, 209 manifestantes han sido acusados de sedición y al menos 207 han sido sentenciados a un promedio de 10 años de privación de libertad cada uno.
Al menos 125 mujeres (incluyendo varias de género trans) siguen aún con autos y condenas políticas y de conciencia.
La clasificación actual de los mil 77 prisioneros políticos en Cuba es la siguiente:
- 783 Convictos de Conciencia
- 263 Condenados de Conciencia
- 31 casos de Otros Presos Políticos
Fuente: Prisoners Defenders