HISTORIAS

El activismo se lleva en la sangre: Susana Wuotto

Recuerda que su padre la apoyó y alentó a que hiciera lo que le gustaba

Susana Wuotto

TEHUACÁN.- Susana Wuotto Cruz se ha caracterizado por ser una mujer de ideas firmes, de propósitos claros y decisiones contundentes, lo que le permitió iniciarse en el activismo en defensa de las mujeres, no solo decirles qué hacer, sino acompañarlas y enfrentar a sus agresores, de seguir con denuncias penales y exigir a las autoridades justicia.

Fue diputada local por el PRD, e inició hace poco más de 30 años como activista en defensa de las mujeres y señaló que quienes se dedican al activismo es porque les nace, por eso buscan cómo incidir en lo que te interesa.

LOS INICIOS

Recuerda que a principios de la década de los 90, en esta actividad eran dos o tres las que estaban: “Éramos las locas, las conflictivas, las escandalosas, las que a lo mejor hasta le dábamos un poco de vergüenza a la familia porque nos decían ‘ya te metiste en un problema, ya te sacó el periódico’”, recuerda.

Refiere que nació en una familia que discutía en la mesa los problemas de la ciudad, del país: “Recuerdo a mis padres recibir el periódico y mi papá leía la nota en la noche y la comentaba”, eso tiene mucho que ver en qué contexto te estás desarrollando.

Señala que su mamá era una mujer dedicada al quehacer de su casa y su papá un hombre conservador, pero no con sus hijos, él siempre los apoyó con las ideas, les ayudó a que salieran a estudiar, que hicieran lo que les gustaba y también “tuviéramos mucha conciencia social”, por todo esto estudió en una escuela privada de corte liberal.

Comenta que cuando estaba en primer año de Derecho, en la universidad escuchaba pláticas de una persona que era dueña de un café que estaba junto a la Escuela Libre de Derecho, tiempo después se enteró que esa persona se llamaba Catalina Pérez Osorio, quien hace un tiempo era la secretaria de Igualdad Sustantiva en el Ayuntamiento de Puebla, hoy es encargada de despacho de la Secretaría de Gobernación del Ayuntamiento capitalino.

Relata que en ese entonces Catalina acababa de regresar de Francia, donde hizo un posgrado y hablaba con sus amigas del feminismo: “Pláticas ante las cuales yo paraba la oreja y ahí empezó mi interés por participar como activista, me dije quiero ser y hacer lo que ella hace”.

A partir de entonces comenzó con la idea de buscar grupos para defender a las mujeres maltratadas, “pero en Tehuacán hablabas de eso y olvídate, todos decían feminista proabortista”.

LA SOLEDAD EN MEDIO DEL ACTIVISMO

Wuotto Cruz afirma: “Al principio fueron años muy difíciles, de mucha soledad, porque en Tehuacán es un ambiente muy duro para las personas que en ese entonces pensaban como yo, para mí es increíble que hoy gobierne Morena, eso me pone muy triste por la forma como lo ha hecho”.

Está retirada de la vida política, pero no del activismo y comentó: “Un día pensé que la lucha había acabado, un día pensé que tenía más alumnas que alumnos, que iban a la universidad y que podían trabajar, pero hoy me doy cuenta que cada día sufren más violencia que las mujeres que yo atendía en los años 80 y 90 cuando entonces las víctimas de la violencia tenían entre 40 y 60 años, se habían casado o unido con hombres que las maltrataban”.

Hoy las personas que vemos víctimas de la violencia tienen entre 16 y 50 años, por eso siento que es una lucha que está pendiente de atenderse”

Jamás habíamos visto un número tan grande de feminicidios, no sé dónde estuvo la vuelta atrás, pero sí, es algo que tengo que decir con mucha fuerza, el feminismo está más vivo que nunca, está más joven, porque ahora si ves, en Tehuacán, en Puebla, Ciudad de México, hay chavas que no veíamos antes y ahora hay un montón de jovencitas participando, sólo hay que revisar las redes y eso es padre, qué bueno que tengo la oportunidad de ver cómo el movimiento se consolida, claro, la lucha no ha terminado, necesitamos sumar a todas las de antes, a las de ahora”

Cuándo me iba a imaginar, comentó, que iba a llegar una chava de Huauchinango, nos diría que un hombre había utilizado sus imágenes e iba a ser penado, jamás me lo hubiera imaginado, como también que se sancione la violencia política contra las mujeres, yo siempre pensé que lo que me habían hecho al correrme del partido (PRD), era simplemente el abuso de fuerza de un hombre ahora muy poderoso, en contra de una mujer y eso ahora se llama violencia política.

Hoy las mujeres que incursionan en partidos políticos tienen una protección en contra de hombres que abusan de su poder, esta protección antes no había”

Añadió que como defensoras de las mujeres llegan y no se van, “estoy orgullosa de haber trabajado para que en la actualidad llegue mucha más gente a sumarse a esta lucha, porque todos los días que se defienden los derechos de una mujer, se tocan intereses de grupos, de hombres y mujeres que se consideran muy poderosos, de aquellos que quisieran seguir manteniendo a las mujeres en el escalón de abajo, porque no están dispuestos a ceder ni un ápice”.

Susana Wuotto Cruz afirmó que en la lucha por la defensa de las mujeres, tocan intereses de sujetos “que todavía nos consideran que deberíamos permanecer calladas y en la casa, la gente que cree que puede llevar a una persona a gobernar un estado cuando está denunciada siete veces por violación, esto ocurre en pleno siglo XXI, o de un tehuacanero que piensa que después de haber protegido a un hijo feminicida, puede aspirar a gobernar la ciudad, por todo esto las defensoras tocan intereses todos los días, intereses de patrones que creen que pueden seguir acosando, hostigando a las mujeres trabajadoras. Intereses de esposos que pretenden seguir maltratando a sus compañeras y permanecer impunes”.

Agregó que se tocan intereses también de grandes grupos organizados de mafias de trata que creen que pueden seguir utilizando a las mujeres como objetos de comercio, todos esos intereses los toca el grupo feminista todos los días.

Consideró que las feministas son el único grupo organizado que tiene un objetivo, un fin y que en este momento es una oposición no a un partido político en el gobierno, sino a todos aquellos que quieran mantener el dominio patriarcal.

La activista puntualizó que el camino del feminista en México ha sido largo y en este caminar han conseguido muchas cosas; sin embargo, el poder se hace cada vez más abusivo y en la actualidad los grandes intereses económicos, sociales y políticos, se han endurecido mucho más, esto se debe a que se está perdiendo la humanidad no solamente en México, Puebla, Tehuacán, sino en el mundo.

Ahora con la fuerza de las redes sociales y de la comunicación que existe, fluye más rápido la información, eso permite que la población se entere con más amplitud de los hechos que ocurren, pero también es cierto que el activismo es mucho más peligroso.

Es cierto, es menos solitario, pero más peligroso de lo que era antes, ahora te acompañan más activistas, pero hay también el crimen organizado, no sólo estás luchando contra el poder del gobierno, sino también con los intereses creados por las grandes mafias de tratantes, de narcomenudistas, de intereses huachicoleros contra los cuales ni siquiera el gobierno”

Hizo hincapié en que en el activismo político estructurado e institucional de los partidos hay hombres y mujeres que incursionan y que son violentados, el caso más reciente fue de una candidata a diputada en el estado de Veracruz que fue asesinada junto con su madre.

Por último, la ex perredista recomendó a las mujeres que se están iniciando en el movimiento feminista a formar redes, porque por mucho tiempo el activismo fue individual, las activistas estaban solas, ahora deben formar colectivos si quieren tener el suficiente tiempo, capacidad y estructura para transitar hacia la organización social, para que se den la mano una a otra y cumplir con objetivos específicos, donde su primer punto sea trabajar por las otras.