La diabetes es una enfermedad que se genera por una dieta hipercalórica, sedentarismo y obesidad, principalmente. Sin embargo, hay otras formas de adquirirla; por ejemplo, por exposiciones al cadmio, señaló Víctor Enrique Sarmiento Ortega, estudiante del Doctorado en Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien investiga los mecanismos moleculares que explican cómo este metal pesado puede inducir diabetes en el organismo de una persona.
Debido a que existen pacientes que no responden favorablemente a los fármacos establecidos para tratar la enfermedad, se planteó la hipótesis de que pueden existir otros factores que propicien el desarrollo de la diabetes, como una exposición a dicho metal.
Como parte de los hallazgos en el laboratorio, informó que descubrieron que dosis bajas de cadmio (que no son consideradas tóxicas) pueden producir el mismo efecto que estar expuesto a altas exposiciones del metal, es decir el desarrollo de la enfermedad.
Explicó que en el laboratorio han realizado pruebas en ratas con diabetes producida por altas cantidades de cadmio y los resultados demostraron que el uso de la metformina, fármaco muy usado para tratar la enfermedad, no les ayudaba a tener alguna mejora.
Entre los avances de esta investigación, la cual desarrolla para obtener el grado de doctor, señaló que se ha descubierto que el cadmio produce a nivel celular estrés oxidativo e inflamación, situación similar a lo que provoca la diabetes por dieta hipercalórica; sin embargo, es diferente el mecanismo con el que estas alteraciones se desarrollan en el cuerpo.
“El cadmio llega a las células y a través de distintos mecanismos moleculares produce estrés oxidativo, el cual a su vez genera inflamación y esto deriva en el desarrollo de la enfermedad; además, este metal se acumula en otros tejidos como el hígado, páncreas y riñón, lo que puede propiciar otras complicaciones metabólicas como hígado graso no alcohólico, dislipidemias, agotamiento pancreático y daño renal”, explicó.
Señaló que a partir de conocer las afectaciones que provoca el cadmio en el organismo, se les administró a las ratas antiinflamatorios y antioxidantes, lo cual tuvo resultados favorables y demostró una mejora con respecto a su estado de la enfermedad.
Sin embargo, tanto los antiinflamatorios como los antioxidantes no se utilizan como fármacos de elección para tratar la diabetes, por lo que lo ideal sería que a un paciente se le hicieran pruebas para determinar si estuvo expuesto a cadmio, conocer si vive cerca del volcán o si trabaja en el área de la metalurgia, y con base en esa información determinar el mejor tratamiento farmacológico a seguir.
“A nivel mundial el cadmio es el séptimo contaminante más tóxico que existe, además de que es un metal que está presente en la metalurgia, la producción de pilas, los cigarros, las cenizas que expulsan los volcanes y el agua que consumimos, por lo que todos estamos expuestos a este, en mayor o menor concentración”.
Actualmente las pruebas para cuantificar el cadmio y saber si la persona estuvo expuesta a este no se hacen en la parte clínica, debido a que se desconoce que la diabetes puede ser producida por altas concentraciones de este metal, lo cual sería de gran utilidad para conocer el origen de la enfermedad en los pacientes y cómo tratarla.
Estos resultados de investigación han sido publicados en las revistas de alto impacto Toxics, Toxicology letters, Archives of Biochemestry and biophysics.
El maestro Víctor Enrique Sarmientop Ortega continúa su proyecto doctoral bajo la supervisión de sus asesores de tesis Eduardo Brambila Colombres y Samuel Treviño Mora, investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP.